Tubérculos y lácteos están entre los principales productos que llegaban a Cuenca por el tramo de la vía que quedó cerrado por el deslave en Alausí.
Un incremento de precios tras el deslave en el cantón Alausí, en el sur de la provincia de Chimborazo, preocupa a la población en Cuenca, la tercera ciudad con más peso en la economía de Ecuador.
El deslave ocurrido la noche del 26 de marzo de 2023 en Alausí dejó inhabilitado un tramo de la vía E-35.
A través de esta ruta, llegaban desde la Sierra Centro hasta la capital de la provincia del Azuay, Cuenca, productos como papa, zanahoria, remolacha y choclo.
Abastecidos hasta el sábado
Cristian Patiño, director de Mercados y Comercio Autónomo en Cuenca, explica que los comerciantes de los seis mercados, plazoletas y ferias de Cuenca ya estaban abastecidos de estos productos para esta semana, antes del deslave.
Pero preocupa que no estén habilitados corredores de emergencia para transportar esta mercadería hasta el sábado 1 de abril, que es cuando la mayoría tiene previsto volver a abastecerse, añade Patiño.
Desde Chimborazo y otras zonas de la Sierra Centro de Ecuador, por la vía que hoy está inhabilitada, también llegaban lácteos para los consumidores de Azuay y otras provincias del sur, como Cañar, explica Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca.
Los cantones de Gualaceo, Paute y Oña, en la provincia del Azuay, también son productores de productos agrícolas, como tubérculos.
No obstante, la producción de estos pueblos no es suficiente para abastecer a la tercera ciudad del país, dice Patiño.
El transporte más caro
Los transportistas ahora tendrán que llegar por rutas más largas, y por ende, el transporte costará más, acota Robalino.
Patiño espera que el Gobierno habilite corredores de emergencia, porque si los transportistas toman rutas más largas, eso repercutirá en mayores costos para los comerciantes.
Los costos de transporte ya habían sufrido un aumento. Por ejemplo, debido al cierre de la vía Cuenca-Girón-Pasaje, el costo de transporte se elevó hasta un 35% porque los vehículos tienen que tomar rutas alternas más largas, dice Robalino.
¿Y las manufacturas?
Azuay y su capital, Cuenca, tienen vocación manufacturera. En esta zona funcionan fábricas de línea blanca, de neumáticos y de cerámica.
Sin embargo, la producción de estas grandes industrias no tendrá problemas tras el deslave en Alausí, dice Robalino.
Lo anterior se debe que los camiones que sirven a estas industrias toman otras rutas para llegar a los principales mercados de consumidores de este tipo de productos, que están en Quito y Guayaquil, dice Robalino.
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