Martes, 30 de abril de 2024

Karla Jaramillo, la conquistadora de las metas desafiantes

Autor:

Redacción Primicias

Actualizada:

22 Jul 2021 - 0:04

Karla Jaramillo es de esas personas que siempre ve el vaso medio lleno. Para ella los retos son una oportunidad de crecer en sí misma, en sus capacidades. El "no es posible" ya lo borró de su diccionario.

Autor: Redacción Primicias

Actualizada:

22 Jul 2021 - 0:04

Karla Jaramillo - Foto: Armando Prado

Karla Jaramillo es de esas personas que siempre ve el vaso medio lleno. Para ella los retos son una oportunidad de crecer en sí misma, en sus capacidades. El "no es posible" ya lo borró de su diccionario.

En su rostro tan juvenil siempre hay una sonrisa, que refleja sus ganas de jamás rendirse. A sus 23 años es una atleta olímpica. El próximo 6 de agosto debutará en los 20 kilómetros marcha en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, el sueño que hizo realidad y que es fruto de 18 años de actividad deportiva.

Sí, 18 años. Comenzó a correr a los cinco años de edad, a los 10 ya se interesó por perfeccionar sus movimientos y mejorar los tiempos de la marcha o de la caminata atlética, esa singular disciplina que conoció a través de los triunfos mundiales de Jefferson Pérez.

Un día le dijo a su madre que ella subirá a muchos podios, que ganará muchas medallas y que viajará por el mundo. Y todo lo ha cumplido.

En 2019 logró la marca para ir a los Juegos Olímpicos, un año después de haber traído al mundo a Omaet, un nombre que ella inventó y que en el Registro Civil fue aceptado sin pretextos.

Quien lo lee al revés entenderá el mensaje amoroso con el que bautizó a su pequeño hijo. Es por él que busca la meta en todas las competencias a las que acude.

Por causa de la maternidad, Karla llegó a pesar 72 kilos, casi el doble de los 46 kilos que hoy registra en la balanza. Retornó a los entrenamientos un mes después de la cesárea a la que fue sometida. Los incrédulos pensaban que iba a ser imposible que volviera a su mejor forma deportiva, pero ella dijo que sí.

Sin tener dinero para los pasajes de autobús, ni zapatos adecuados ni bebidas hidratantes, volvió para entrenarse en la escuela de atletismo Tarquino Jaramillo con Giovan Delgado, su entrenador de toda la vida.

Sin dinero ni zapatos adecuados ni bebidas hidratantes, Karla volvió a entrenar.

Pero contaba con lo más importante: el respaldo de sus padres, Juan y doña Teresa, que solventaron esas necesidades, y también de su entrenador, quien aceptó dirigirla sin ningún costo.

Cuando está en una competencia, los 10 primeros kilómetros los disfruta al máximo; el kilómetro 11 al 15 los dedica a sus padres, y los últimos kilómetros son para su hijo, porque siente que las seis horas diarias de entrenamientos debería dárselas a Omaet.

De sus padres heredó el amor por la naturaleza y el campo. Aprendió a no desperdiciar el agua, a evitar el uso excesivo de plásticos y a reutilizar los desechos en las labores agrícolas, pues creció en La Esperanza, una población rural cercana a Ibarra.

Allí creció junto a Gloria, Juan David y Teresa, sus hermanos, el equipo que también respalda su trabajo como atleta a tiempo completo. Ellos se quedan con Omaet cuando Karla debe viajar a cumplir con sus retos deportivos.

Le gusta leer, ver películas de ficción, pero si le ponen a escoger, prefiere caminar por el campo, nutrirse de aire puro y alimentar sus sentidos con los paisajes andinos que están impregnados en los recuerdos desde su niñez.

Como deportista de alto rendimiento busca mejorar sus registros pero, ante todo, quiere que la recuerden como una persona con voluntad inquebrantable. Y que su hijo se sienta orgulloso de tener como mamá a un ser humano 'de calidad'.

Ya perdió la cuenta de las medallas, trofeos y récords que ostenta, porque después de alguna participación internacional, al regresar a casa, ofrece sus preseas a sus padres y a su hijo.

Antes de su maternidad fue campeona sudamericana en nueve ocasiones. A su retorno, batió un récord nacional y otro sudamericano.

Karla Jaramillo

Karla Jaramillo  - Foto: Armando Prado

El triunfo que logró en 2019 en el Campeonato Sudamericano de Lima ocupa un lugar especial en su corazón porque ahí empezó el sueño olímpico.

Logró la marca que le aseguró su cupo y, desde entonces, ha entrenado en busca de una medalla en los Juegos Olímpicos.

Lo que lamenta es que su sueño no lo cumplirá junto a su entrenador Giovan Delgado, quien se quedará en Ibarra y le enviará sus disposiciones técnicas por teléfono.

Sin embargo, realizará el debut olímpico junto a Glenda Morejón, su compañera de entrenamiento durante 16 años y con quien siempre soñaron juntas.

La prueba de los 20 kilómetros marcha se correrá el viernes 6 de agosto, en el Parque Sapporo Odori, a las 02:30 (hora de Ecuador).