Sábado, 27 de abril de 2024

Rosana Gómez jugó dos Mundiales, ganó una Copa América y ahora dirige a las Guerreras Albas de Liga

Autor:

Doménica Figueroa

Actualizada:

25 Mar 2024 - 6:00

Nació en Rosario, tierra futbolera. Se formó en Central, es hincha de River Plate, pero lo ganó todo con Boca Juniors. Hace dos meses llegó a Quito para dirigir a las Guerreras Albas. Esta es su historia.

La directora técnica de Guerreras Albas, Rosana Gómez, posa luego de una entrevista con PRIMICIAS en el Complejo de Pomasqui, en febrero de 2024.

Autor: Doménica Figueroa

Actualizada:

25 Mar 2024 - 6:00

La directora técnica de Guerreras Albas, Rosana Gómez, posa luego de una entrevista con PRIMICIAS en el Complejo de Pomasqui, en febrero de 2024. - Foto: Doménica Figueroa / PRIMICIAS

Nació en Rosario, tierra futbolera. Se formó en Central, es hincha de River Plate, pero lo ganó todo con Boca Juniors. Hace dos meses llegó a Quito para dirigir a las Guerreras Albas. Esta es su historia.

Rosana Gómez viene de una familia futbolera. Su hermano, Elías, es actual jugador de Vélez Sarsfield. Su otro hermano casi se hace futbolista profesional. Y ella fue una gran figura en su país. Empezó a los 15 años y no ha podido despegarse de la pasión que le heredó su padre.

La primera camiseta que vistió Rosana Gómez fue la de Rosario Central. Jugó para el equipo de su ciudad, pero dos años más tarde fichó por Boca Juniors.

"Formé parte de la plantilla de Boca Juniors y al año siguiente me convocaron a la selección", cuenta con emoción la nueva directora técnica de Guerreras Albas, después de un entrenamiento en el Centro de Alto Rendimiento de Pomasqui.

En Boca Juniors, su carrera despuntó. Con el equipo 'Xeneize' ganó 18 títulos. Y con la 'albiceleste' jugó dos Mundiales (Estados Unidos 2003 y China 2007) y conquistó la Copa América de 2006, en su país.

"Creo que pertenecía a una generación dorada que logró muchos cambios en el fútbol femenino. Eso nos potenció a nivel de club y selección", explica la entrenadora de 43 años.

En esos años, el fútbol femenino en Argentina estaba en una etapa de crecimiento. Las jugadoras de Boca Juniors eran la base de la selección. Todas compaginaban y los resultados se vieron en la cancha.

Y aunque Rosana Gómez asegura que en esa época eran "invisibles" para el fútbol, esos logros y pequeños hitos del momento hicieron que "las generaciones siguientes no tuvieran tanto problema a la hora de poder conseguir las cosas".

Rosana Gómez jugando con las camisetas de Boca Juniors y la selección Argentina.

Rosana Gómez jugando con las camisetas de Boca Juniors y la selección Argentina. Instagram de Rosana Gómez

Su vida como entrenadora

Cuando aún defendía la camiseta azul y oro de Boca Juniors, Rosana Gómez entendió que debía pensar en su futuro y estudió dirección técnica en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Hacía las dos cosas al mismo tiempo. Jugaba con las 'Xeneizes' y dirigía al equipo de la UBA.

"Dirigía el mismo torneo en el que jugaba. Fue un poco loco", cuenta entre risas la directora técnica, que además debía trabajar en un locutorio, que en Ecuador era conocido como una cabina de llamadas telefónicas. Tenía ese trabajo porque el fútbol no le alcanzaba para vivir.

"Mi jefe era mi cómplice con los horarios. A él le gustaba que yo jugara al fútbol. Me dejaba salir si tenía un viaje. Por suerte tenía esa complicidad para poder cumplir".

Al principio, dividía sus tiempos para trabajar en las mañanas, entrenar en las tardes y estudiar en las noches. Pero cuando tenía partidos, todo se complicaba. Su vida era un rompecabezas para tratar de cumplir con todo.

A pesar de las dificultades, continuó estudiando y se graduó en 2010. Dos años más tarde, cuando cumplió 32, dejó el fútbol profesional y aprovechó su tiempo para jugar futsal con la camiseta de River Plate, el equipo del que era hincha.

Se dedicó por completo a la dirección técnica. Después de dirigir a la UBA, recibió el llamado de Rosario Central, donde estuvo entre 2014 y 2015. Luego asumió un equipo llamado Social Lux (2016) y al año siguiente llegó a la selección argentina universitaria.

En 2017 volvió a Rosario Central. Regresó al equipo 'canalla' para fomentar el fútbol femenino. Y lo logró. Gracias a su trabajo se reactivó la liga rosarina, logró el título e incluso su equipo compitió en el torneo de la AFA.

En 2022 recibió el llamado de la selección de Bolivia, su último equipo, antes de venir a las Guerreras Albas. Ya son más de 14 años que Rosana Gómez lleva como entrenadora.

"Me apasioné mucho por la dirección técnica. Creo que siempre tuve liderazgo en los equipos que estuve y eso me ayudó a la hora de estar en esta profesión".

Una tragedia familiar

Mientras era parte del cuerpo técnico de Bolivia, Rosana Gómez sufrió dos pérdidas irreparables. El 17 de julio de 2023 fallecieron su madre Zunilda Ríos y su hermana Melani, en un accidente de tránsito en la autopista Rosario - Buenos Aires. El auto en el que iban no pudo esquivar a un camión y terminaron atrapadas.

"Siento que no pude hacer ese duelo".

Rosana Gómez, directora técnica de Guerreras Albas.

A pesar de lo duro de la noticia, Rosana no dejó de trabajar. Al contrario, ni siquiera le dio tiempo al luto ni a la tristeza. Meses más tarde sintió que eso le estaba afectando y decidió tomar una pausa en su trabajo.

Renunció a la selección de Bolivia y descansó. Pero rápidamente llegó un nuevo desafío en su carrera: Guerreras Albas. Y no pudo negarse a esa oferta.

Llegada al Mundo Liga

Su llegada al equipo 'albo' se dio gracias a la amistad con María José Benítez, la coordinadora del equipo femenino de Liga Deportiva Universitaria.

Rosana Gómez aterrizó en Quito el jueves 25 de enero de 2024. Al día siguiente fue al Centro de Alto Rendimiento de Pomasqui para conocer a las jugadoras. En ese mismo encuentro, la DT coincidió con el presidente 'albo' Isaac Álvarez y con el técnico Josep Alcácer.

Rosana Gómez junto a Isaac Álvarez y Josep Alcácer, en el Centro de Alto Rendimiento de Pomasqui, de Liga Deportiva Universitaria, el 26 de enero de 2024.

Rosana Gómez junto a Isaac Álvarez y Josep Alcácer, en el Centro de Alto Rendimiento de Pomasqui, de Liga Deportiva Universitaria, el 26 de enero de 2024.  Israel Mora / PRIMICIAS

Fue un momento íntimo. Se tomaron fotos y hubo mucha camaradería. Ha pasado el tiempo y la entrenadora lleva dos meses trabajando con las Guerreras Albas alistándose para el inicio de la Superliga femenina.

Los entrenamientos no han parado. El equipo se sigue reforzando con jugadoras nuevas como las centrocampistas Rosa Miño y Jazlín Guerrero. La meta es una sola: lograr el primer título para el equipo femenino de Liga de Quito.

Rosana Gómez está feliz en Quito. Ha tenido una vida de esfuerzo y sacrificio y el camino la ha llevado hasta Pomasqui, donde quiere formar al nuevo campeón de la Superliga 2024.