Viernes, 26 de abril de 2024

Hogares ecuatorianos 'congelan' gastos en diversión, comida o vestido

Autor:

Wilmer Torres

Actualizada:

2 Abr 2021 - 0:04

El 60% de la ciudadanía considera, además, que el empleo no mejorará en el futuro, según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de febrero de 2021.

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Autor: Wilmer Torres

Actualizada:

2 Abr 2021 - 0:04

Dos mujeres hacen compras de Navidad, en Cuenca, el 23 de diciembre de 2020. - Foto: API.

El 60% de la ciudadanía considera, además, que el empleo no mejorará en el futuro, según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de febrero de 2021.

En febrero de 2021, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) empeoró frente al mismo mes de 2020: pasó de 37,10 puntos a 31,19 puntos, especialmente, por el impacto del coronavirus en la situación económica, social y sanitaria del país.

Las últimas cifras de la encuesta del Banco Central del Ecuador (BCE) muestra, además, que entre enero y febrero de 2021, el ICC bajó 0,68 puntos.

El ICC es un indicador económico que mide el grado de optimismo que los consumidores tienen sobre el estado general de la economía y sobre su situación financiera personal.

Además, el indicador permite saber la disposición que muestra la ciudadanía de consumir en la economía ecuatoriana.

El indicador del Banco Central toma valores entre 0 y 100 puntos, donde una cifra mayor a 50 supone un optimismo en la percepción de la economía. Y de 50 puntos para abajo, supone pesimismo.

Un informe de la consultora Inteligencia Empresarial explica que las últimas cifras del ICC muestran que los consumidores tienen, cada vez, peores expectativas de que la economía vaya a mejorar.

El director de estudios económicos y estadísticos de la consultora, Freddy García, dice que esas pocas expectativas tienen que ver, últimamente, con la supuesta falta de un plan de vacunación del Gobierno:

"La gente piensa que al no ser vacunado lo más pronto posible, persistirán las restricciones de circulación, ocasionando la reducción del consumo".

Pero, el pesimismo de consumidor ecuatoriano tiene una causa más estructural: la pérdida de empleo adecuado.

Según la última encuesta de empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en febrero de 2021, apenas el 33,2% de la población económicamente activa (PEA), o el equivalente a 2,7 millones de personas, tenía un empleo adecuado.

Eso significa que, desde que empezó el año, 243.807 personas perdieron su trabajo formal.

Otra área con números en rojo, con las ventas a escala nacional. En enero de 2021, se registró una caída del 16,3% en comparación con el mismo mes del año pasado. Las ventas se redujeron de USD 12.846 millones a USD 10.758 millones.

Según la consultora Inteligencia Empresarial, en los siguientes meses no se espera una mejora significativa en cuanto a la actividad económica.

"Esta situación de bajos ingresos lleva a las empresas a reducir costos incluyendo los laborales. Esto implicaría un aumento de la incertidumbre del trabajador sobre su situación laboral, lo que lo lleva a reprimir sus gastos aún más", concluyó la consultora.

Un futuro nada optimista

Las cifras del BCE revelan que solo el 6% de las personas encuestadas espera que la situación económica dentro de su hogar mejore en el futuro.

Pese al optimismo de ese pequeño grupo, el 85% de los ciudadanos no prevé aumentar su gasto en alimentos. De igual manera, los hogares ecuatorianos prevén un menor gasto en entretenimiento, electrodomésticos y vestimenta.

  • En entretenimiento, el 41% de los encuestados dice que el consumo será menor en los próximos tres meses.
  • Mientras que el 46,6% de los ciudadanos cree que no gastará en electrodomésticos hasta mayo de 2021.
  • También existe pesimismo respecto al gasto en vestimenta. Según el BCE, el 43,9% de los ecuatorianos asegura que tendrá un menor consumo en el hogar en cuanto a prendas de vestir.

En el ámbito laboral, más del 60% de los encuestados cree que la situación empeorará en los siguientes tres meses.

Según el economista y catedrático universitario, Patricio Almeida, esto está ligado, en parte, a la incertidumbre por las elecciones presidenciales, el próximo 11 de abril de 2021.

"La crisis económica es tan profunda que cualquiera que gane las elecciones, ya sea Andrés Arauz o Guillermo Lasso, tendrá dificultades para cumplir con sus ofertas de campaña, especialmente en el tema laboral", dice Almeida.

El experto cree que el sector público ya no está en condiciones de generar plazas de empleo. Y considera que el próximo Gobierno debe apuntar a que el empleo sea impulsado desde el sector privado.


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