El movimiento Revolución Ciudadana trabajó, desde antes de las seccionales, en rearmar las bases del correísmo que funcionaban con Alianza PAIS. Ese trabajo les sirvió como estructura para cualquier candidatura en estas elecciones.
Revolución Ciudadana llega a la segunda vuelta de estas elecciones presidenciales con una imagen totalmente fortalecida. El correísmo logró levantarse a pesar de los problemas internos que derivaron de la ruptura con Lenín Moreno, y nuevamente encabezar la votación presidencial, con Luisa González y Andrés Arauz.
El binomio correísta obtuvo 3,33 millones de votos en la primera vuelta. Este número supera a los 3,03 millones que obtuvo en 2021 el binomio integrado por el mismo Arauz y Carlos Rabascall.
Estos resultados demuestran un crecimiento del correísmo. Pero, a pesar de todos sus esfuerzos, no logra llegar al pico que tuvo con Alianza PAIS en 2013, con el triunfo de Rafael Correa en una sola vuelta y 100 asambleístas, lo que les daba mayoría calificada.
Por ello, la campaña de Luisa González en la primera vuelta estuvo fuertemente centrada en la añoranza. "Ya lo hicimos y lo volveremos a hacer" fue su frase central en el debate presidencial de la primera vuelta.
Aunque para la segunda, buscó renovar su imagen y más bien dar la impresión de autonomía, por lejos del expresidente Rafael Correa.
La debacle del correísmo
El correísmo estuvo a punto de desaparecer en 2017, cuando el entonces presidente Lenín Moreno logró quedarse con el control de Alianza PAIS. Sin una tienda política que los cobije, las principales caras del lado correísta intentaron inscribir un movimiento político nuevo, pero no lo lograron.
Finalmente, meses antes de las elecciones seccionales de 2019, lograron un espacio en Fuerza Compromiso Social, un movimiento mínimamente conocido hasta entonces, con la bandera de la lista 5, y obtuvieron apenas dos cargos: las prefecturas de Pichincha y Manabí.
Para las elecciones de 2021, su espacio dentro Fuerza Compromiso Social se consolidó. En alianza con Centro Democrático, formaron la alianza Unión por la Esperanza (UNES); el binomio Arauz-Rabascall pasó a la segunda vuelta (aunque no ganó) y consiguieron 49 asambleístas.
A partir de entonces, comenzó la reconstrucción del correísmo: lograron hacerse del control total de Fuerza Compromiso Social y le cambiaron de nombre a Revolución Ciudadana; además, iniciaron recorridos por el país para recoger nuevos adherentes y dar a conocer su nueva cara.
La recuperación de su estructura
Con Marcela Aguiñaga a la cabeza de Revolución Ciudadana, comenzaron recorridos por todo el país. Esto le permitió al movimiento recomponer la estructura de bases que tenían en el tiempo de Correa, con dirigentes y agrupaciones incluso a escala parroquial.
Con esto, en las seccionales de 2023, se lograron posicionar como la primera fuerza electoral. Revolución Ciudadana consiguió nueve prefecturas y 50 alcaldías, con y sin alianzas. Esto les permitía tener una base para presentar a cualquier candidato a la Presidencia.
En comparación con las presidenciales de 2021, el correísmo logró afianzarse en los cantones de la Costa, pero también abrió espacios en el norte de la Amazonía.
Pero a pesar del trabajo, y del triunfo en las seccionales, su crecimiento no fue tan grande. Lograron 300.000 votos más que en la primera vuelta de 2021. La Sierra centro y sur y la Amazonía, con contadas excepciones, siguen siendo espacios a los que no pueden llegar.
Por eso, el reto de crecer más se mantiene para la segunda vuelta. Sobre todo si se considera que, en 2021, Arauz no logró crecer lo suficiente, y eso le dio el triunfo a Guillermo Lasso.
Una campaña de caras conocidas
Aunque los resultados desde la ruptura con Alianza PAIS han ido mejorando para el correísmo, no han logrado llegar a su punto más alto. Por ello, la campaña de primera vuelta de Luisa González se centró en la añoranza, tanto así que su lema era: "El resurgir de la Patria".
Revolución Ciudadana además sigue centrándose en la imagen de Rafael Correa. En los recorridos, era común encontrar fotos y hasta pancartas de tamaño real del expresidente, y él aparecía en buena parte de las imágenes publicitarias de los candidatos.
Un cartel de Rafael Correa durante un recorrido de Luisa González en la campaña para la primera vuelta. Twitter Luisa González
Pero además de la imagen de Correa, están las imágenes de otras figuras del correísmo que estuvieron de candidatos a la Asamblea. Y de las autoridades de Revolución Ciudadana electas en las seccionales de febrero pasado, entre alcaldes y prefectos, que acompañaron a González en su campaña.
Y fieles a su estilo, además, han mantenido los eventos populares y masivos, con cantantes y bailarinas, a lo largo de los recorridos por todo el país.
Noticia publicada originalmente el 24 de agosto de 2023, pero actualizada el 13 de octubre con la expectativa de la segunda vuelta electoral.
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