Jueves, 28 de marzo de 2024

Ecuador impuso la visa para Albania, Tayikistán y Uzbekistán

Autor:

Adriana Noboa

Actualizada:

19 Nov 2022 - 5:29

Entre 2010 y 2021, el Estado impuso visa de ingreso para los ciudadanos de 34 países, por problemas de migración irregular. Ahora lo hace para contener el crimen transnacional.

Imagen referencial de la revisión de un pasaporte extranjero en el aeropuerto internacional Mariscal Sucre, en Quito, en 2017.

Autor: Adriana Noboa

Actualizada:

19 Nov 2022 - 5:29

Imagen referencial de la revisión de un pasaporte extranjero en el aeropuerto internacional Mariscal Sucre, en Quito, en 2017. - Foto: Ministerio del Interior

Entre 2010 y 2021, el Estado impuso visa de ingreso para los ciudadanos de 34 países, por problemas de migración irregular. Ahora lo hace para contener el crimen transnacional.

Cuando se creó la Constitución de Montecristi, en 2008, el gobierno de Rafael Correa abogó por el concepto de "ciudadanía universal". En ese entonces ningún ciudadano, sin importar su país de origen, requería de una visa para ingresar a Ecuador.

Sin embargo, esto no duró mucho. En 2010, las autoridades se dieron cuenta de que la inmigración desde África y el sur de Asia se disparó en más del 300%.

Esto obligó a que Correa imponga el requisito de visado a nueve países: Afganistán, Bangladesh, Eritrea, Etiopía, Kenia, Nepal, Nigeria, Pakistán y Somalia. Lo mismo tuvo que hacer en 2015, con la ola de migrantes cubanos y senegaleses.

En 2017, Correa tomó una medida que causó sorpresa. En ese entonces, Ecuador era el único que no exigía visa para las personas de Corea del Norte, hasta cuando el Kim Jong-un llevó adelante una serie de prácticas nucleares, que le merecieron sanciones de la comunidad internacional y el requisito de visa para entrar a Ecuador.

Después vino el turno de Lenín Moreno. En su administración se exigió la visa para ciudadanos de 22 países. El primer caso fue a raíz del éxodo venezolano, la medida, de carácter humanitario, entró en vigencia en agosto de 2019.

Pero ese mismo mes, el Ejecutivo implementó el mismo requisito para: Angola, Camerún, Gambia, Ghana, Guinea, India, Irak, Libia, República Democrática del Congo, Siria y Sri Lanka, porque las autoridades determinaron que había un esquema de migración irregular desde esos países.

En marzo de 2020, le llegó el turno a Egipto, Filipinas, Irán, Vietnam y Yemen. Y en mayo de 2021 a Haití, República del Congo, Mali, Costa de Marfil y Myanmar. Todas fueron por motivos de migración irregular.

En su momento, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, advirtió que la política de puertas abiertas del correísmo provocó que el país sea usado para redes de tráfico de personas.

Ahora, el problema es el crimen organizado transnacional, vinculado al narcotráfico. Bajo ese argumento, el gobierno de Lasso impuso el requisito de exigir visa para Albania, Tayikistán y Uzbekistán.

El problema cambió

En medio de la creciente ola de inseguridad y delincuencia organizada, el gobierno del presidente Guillermo Lasso ha ejecutado varias medidas, entre ellas está la diplomática: exigir visa a los ciudadanos de Albania, Tayikistán y Uzbekistán.

En los últimos años, Ecuador se ha convertido en un centro de operaciones para narcotraficantes europeos, especialmente, albaneses, montenegrinos, españoles, griegos, holandeses y belgas.

Por eso, el 7 de septiembre, el Ejecutivo decidió retirar el libre ingreso a territorio nacional para el país de la península balcánica y los dos países de Asia Central. El objetivo es tener un mayor control de las personas que llegan a Ecuador.

El último caso polémico que involucraba a un albanés fue la desaparición Dritan Rexhepi, más conocido como el ‘zar de la cocaína’, después de que la justicia ecuatoriana le concediera la prelibertad en noviembre de 2021.

El albanés, que tiene seis identidades distintas, fue detenido en junio de 2014 en Guayaquil, en un operativo que la Policía denominó 'Balcanes'. Y su captura trajo al país a la policía albanesa y a la misma Interpol, porque Rexhepi es requerido en dos países europeos.

Precisamente, después de una reunión bilateral con Estados Unidos, el canciller Juan Carlos Holguín anunció que ambos países acordaron la necesidad de sumar a Europa a la lucha contra el crimen internacional.

Esto por la coyuntura que sufre Latinoamérica con carteles que operan “con un océano de diferencia” y tienen las mismas prácticas. Por ejemplo, las mafias que operan en Albania y, desde ahí, en otros países europeos, también actúan a través de varios cabecillas de bandas y operadores desde las cárceles de Ecuador, Colombia y Perú.


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