Martes, 30 de abril de 2024

Tres factores alteraron los hábitos de consumo de los ecuatorianos

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

2 Jul 2022 - 0:04

La falta de empleo adecuado, la inflación y la incertidumbre social han obligado a los hogares ecuatorianos a tener más cuidado de su presupuesto.

Personas en un supermercado de Quito, el 29 de junio de 2022.

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

2 Jul 2022 - 0:04

Personas en un supermercado de Quito, el 29 de junio de 2022. - Foto: PRIMICIAS

La falta de empleo adecuado, la inflación y la incertidumbre social han obligado a los hogares ecuatorianos a tener más cuidado de su presupuesto.

En 2022 los consumidores ecuatorianos están priorizando el ahorro en sus compras. Por eso, buscan promociones y migran hacia marcas blancas, que son productos genéricos a menores precios.

Así lo sostiene un estudio de la consultora de mercado Kantar, publicado en junio de 2022, basado en encuestas a más de 1.700 hogares en todo el país.

Algo similar dice la firma de investigación de mercado Ipsos, que afirma que el 46% de consumidores ecuatorianos que cambian de marca de productos lo hace en busca de precios más bajos.

Las personas intentan con esto cuidar el presupuesto familiar, que ha sido alterado por tres factores, afirma Sergio Acosta, director comercial de Kantar en Ecuador.

Los factores son:

  • La falta de empleo adecuado.
  • El deterioro del poder adquisitivo.
  • La incertidumbre sobre el contexto social.

Ante esos cambios en los hábitos, la canasta de consumo masivo registra un aumento de 12% en las promociones.

Eso ha permitido que supermercados especializados en ofertas experimenten crecimiento en su penetración.

Ese es el caso de Tuti, que alcanzó un 17% de hogares en el primer trimestre de 2022. Eso equivale a un aumento de 11 puntos porcentuales de su penetración en comparación con el mismo período de 2021.

Falta empleo adecuado

La situación del mercado laboral de Ecuador hace que la población siga comprando, pero busque opciones más baratas de productos.

Eso porque apenas el 33% de las personas en edad de trabajar en el país tiene un empleo pleno o adecuado, con el cual se obtiene por lo menos el salario básico, que es de USD 425 al mes.

En cambio, la mayor parte de la Población Económicamente Activa (PEA), el 63%, tiene un empleo inadecuado, según la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu).

Esa realidad hace que el ingreso promedio en el país sea de USD 293,5 al mes. Eso representa el 69% del salario básico y el 40% de la canasta familiar básica, que llegó a USD 735,15 en mayo.

A eso se suma el hecho de que el 4% de las personas en edad de trabajar está en el desempleo.

Menor poder adquisitivo

Otro factor que hace que los ecuatorianos restrinjan su consumo es la inflación que experimenta el país y el mundo, que eleva el precio de la canasta básica.

La inflación en Ecuador llegó a 3,38% (interanual) en mayo de 2022, con lo que el precio de la canasta básica subió a USD 735,15. Es el valor para la canasta básica más alto dentro del registro histórico del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

El aumento del precio de la canasta básica se traduce en una disminución del poder adquisitivo de las familias.

Se entiende como poder adquisitivo a la cantidad de bienes o servicios que las personas pueden adquirir con una cantidad de dinero determinada, lo que dependerá del nivel de precios que existan en el mercado.

En ese escenario, las personas de los estratos socioeconómicos más bajos "no pueden planificar, por lo que deben adaptar su presupuesto hacia marcas más baratas", explica Acosta.

Incertidumbre social

Los ecuatorianos también están menos predispuestos a gastar por el entorno incierto, tras la pandemia de Covid-19. Esa incertidumbre se agravó por los 18 días de paro nacional, que aplazarán la reactivación económica y podrían deteriorar el mercado laboral.

"En un entorno incierto, las personas sienten que no deberían gastar más", dice Acosta.

El Banco Central prevé que las pérdidas por las manifestaciones, que empezaron el 13 de junio de 2022, serán mayores a las de las violentas protestas de octubre de 2019, que duraron 12 días y ocasionaron USD 822 millones, según un informe del Banco Central y el Banco Mundial.

Un cálculo preliminar del Ministerio de Producción estima que las pérdidas generadas por el paro nacional, que se extendió del 13 al 30 de junio, dejarán al menos USD 1.000 millones en pérdidas para la economía.