Lunes, 29 de abril de 2024

Los hogares dan prioridad al pago de los créditos de vivienda

Autor:

Evelyn Tapia

Actualizada:

10 Feb 2023 - 5:28

Desde enero de 2023, los bancos registran las deudas como vencidas a partir del día 31 de atraso. Antes, por la pandemia, lo hacían al día 61.

Imagen referencial de una entidad bancaria en el norte de Quito el 9 de febrero de 2023.

Autor: Evelyn Tapia

Actualizada:

10 Feb 2023 - 5:28

Imagen referencial de una entidad bancaria en el norte de Quito el 9 de febrero de 2023. - Foto: PRIMICIAS

Desde enero de 2023, los bancos registran las deudas como vencidas a partir del día 31 de atraso. Antes, por la pandemia, lo hacían al día 61.

La tasa de morosidad, o la cantidad de créditos que no se pagaron a tiempo, pasó de 2,2% en diciembre de 2022 al 3,1% en enero de 2023 en la banca privada.

La morosidad creció más en el segmento de consumo, donde la tasa pasó de 3% a 4,7%. Y en el microcrédito, donde pasó de 4,7% en diciembre a 6,12% en enero de 2023.

Las actuales cifras de morosidad muestran el verdadero efecto de la pandemia de Covid-19 sobre la capacidad de pago de los clientes de la banca.

¿Qué cambió?

Entre mayo de 2020 y diciembre de 2022, los bancos y cooperativas registraban las deudas como vencidas pasados los 60 días desde que los clientes dejaban de pagar sus cuotas, explica Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal.

Las entidades financieras adoptaron la medida por disposición del Gobierno, para adaptarse a los efectos económicos de la pandemia y a una menor capacidad de pago de los clientes, añade Acosta Burneo.

Pero en enero de 2023, las instituciones empezaron a registrar las deudas como atrasadas a partir del día 31. Antes de la pandemia, los atrasos se registraban como tales al día 15.

Un problema de ingresos

Con el nuevo plazo de 31 días ya en vigencia, se ve que la morosidad es un poco mayor de lo que era antes de la pandemia, pese a que la economía ha experimentado una recuperación paulatina.

Lo explica Patricio Chanabá, director ejecutivo de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif).

En enero de 2019 la tasa de créditos atrasados era de 2,9%, mientras que en enero de 2023 fue de 3,1%.

Lo anterior ocurre pese a que el plazo para registrar los vencimientos sigue siendo más amplio que el que existía antes de la pandemia.

"Todavía hay una situación económica complicada en algunos hogares. El empleo no se ha recuperado del todo y muchas personas no tienen los mismos ingresos que antes", añade Chanabá.

El empleo no se ha recuperado del todo y muchas personas no tienen los mismos ingresos que antes.

Patricio Chanabá.

¿Dónde hay más morosidad?

El segmento con la mayor tasa de créditos atrasados es el microcrédito. La morosidad en enero fue de 6,12% en estos préstamos.

El microcrédito es un préstamo para personas y pequeños negocios con ventas de hasta USD 100.000 al año.

Se trata de un tipo de crédito que las entidades desembolsan más en sectores rurales, periféricos o urbano marginales.

Los principales beneficiarios suelen ser personas con menores ingresos y, por tanto, más vulnerables ante las crisis económicas.

Le sigue el segmento de crédito de consumo, con una tasa de morosidad de 4,7% en enero de 2023.

En el crédito de vivienda, en cambio, se ve un mejor comportamiento de pago frente al período previo a la pandemia.

El plazo para registrar deudas de vivienda como vencidas siempre se mantuvo igual: 60 días.

La morosidad de este tipo de préstamos hipotecarios llegó a 7,5% en mayo de 2020, uno de los meses más duros de la pandemia. Pero para enero de 2023 había bajado a 3,4%.

El crédito de vivienda es uno de los segmentos en los que normalmente hay menos atrasos, porque en medio de las crisis, los clientes priorizan el pago para no perder sus casas.

Atrasarse tiene costo

Que el plazo para declarar un crédito como vencido siga siendo más largo que antes de la pandemia no implica que las personas puedan dejar de pagarlo durante 31 días, sin afrontar un costo, explica la Asociación de Bancos Privados (Asobanca).

Las entidades financieras cobran tasas de interés por morosidad a partir del primer día desde que el cliente deja de pagar una deuda.

Los cambios en los plazos de registro de deudas vencidas inciden más bien en la cantidad de dinero que deben guardar como provisiones los bancos cuando aumenta el número de créditos vencidos.

Cuando la cartera de crédito en mora crece, las entidades deben 'provisionar' más dinero.

Y entre más provisiones por cartera vencida tienen que hacer, menos recursos disponibles le quedan a los bancos para colocar créditos.