Viernes, 26 de abril de 2024

Reservas internacionales de Ecuador fueron a dar a paraísos fiscales

Autor:

Estefanía Celi

Actualizada:

15 Dic 2021 - 0:05

El sistema Sucre, impulsado por Venezuela, permitió también el uso de las reservas internacionales de Ecuador para financiar a empresas irregulares que hacían exportaciones ficticias.

Reunión del Consejo Político de Cancilleres del ALBA, el 8 de agosto de 2017.

Autor: Estefanía Celi

Actualizada:

15 Dic 2021 - 0:05

Reunión del Consejo Político de Cancilleres del ALBA, el 8 de agosto de 2017. - Foto: Cancillería

El sistema Sucre, impulsado por Venezuela, permitió también el uso de las reservas internacionales de Ecuador para financiar a empresas irregulares que hacían exportaciones ficticias.

La investigación de la Comisión de Fiscalización revela uno de los capítulos más oscuros del sistema de compensación usado entre Venezuela y Ecuador, llamado Sucre.

Este sistema, con el que los gobiernos del llamado Socialismo del Siglo XXI intentaban crear una 'nueva arquitectura financiera' abrió las puertas para que el dinero de las reservas de Ecuador acabara en paraísos fiscales.

Las exportaciones desde Ecuador a Venezuela, pagadas a través del sistema de compensación Sucre, abrieron las puertas para el abuso de las reservas internacionales de Ecuador.

La Comisión de Fiscalización de la Asamblea, en su informe sobre el Sucre, reveló los problemas en el funcionamiento del sistema, con el que Ecuador, como país, salió perdiendo.

Qué fue el Sucre

El Sucre fue un sistema de pago ideado para reducir los costos de las transferencias derivadas del comercio entre los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (Alba).

Fue creado en 2008, y en Ecuador comenzó a usarse en 2010, a pesar de que ya existía la Asociación Latinoamericana de Integración o Aladi, que contaba con un sistema de compensación más barato que el Sucre y más transparente.

Pero la compensación era lo de menos. Venezuela estaba atraída por los dólares de Ecuador y su potencial.

Múltiples investigaciones revelan que el Sucre realmente sirvió como un sistema de lavado de activos.

La historia del Sucre está marcada por decenas de empresas que hicieron falsas exportaciones y que recibían pagos a través del Sucre en Ecuador, con dinero de las reservas internacionales del país.

Reservas en dólares que en algunos casos terminaron siendo enviadas a paraísos fiscales.

El caso más conocido es el de Fondo Global de Construcciones (Foglocons), la empresa del colombiano Álex Saab, señalado como el testaferro del presidente venezolano Nicolás Maduro.

La trampa

El Sucre estaba pensado como un sistema para agilizar la forma en la que se hacían los pagos entre países importadores y exportadores aliados.

Se suponía que el sistema funcionaba así:

  • Un importador venezolano firma un contrato con un exportador ecuatoriano.
  • El importador venezolano le paga al exportador ecuatoriano a través de un banco venezolano que, luego, debía transferir el dinero al Banco Central de Venezuela.
  • El Banco Central de Venezuela hacía el cambio de bolívares a dólares, a través de la Comisión Nacional de Administración de Divisas (Cadivi) de Venezuela. Y debía notificar al Banco de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América o ALBA.
  • El Banco de la ALBA notifica al Banco Central del Ecuador y éste pagaba al exportador a través de un banco en Ecuador.

El problema es que el dinero pagado por el importador venezolano no era transferido a Ecuador inmediatamente.

El Sucre es un sistema de compensación porque buscaba compensar la balanza comercial (importaciones y exportaciones). Esto, con el fin de que no hubiera que mover dinero efectivamente entre un país y otro.

Debía haber igual o similar cantidad de importaciones de bienes venezolanos desde Ecuador y viceversa. Con esto, no tendría que moverse dinero real entre ambos países.

En teoría, la balanza entre los países que usaban el Sucre se compensaba y se pagaba cada seis meses.

El problema es que la balanza comercial entre Ecuador y Venezuela, ligada al Sucre, era desequilibrada.

Ecuador exportaba mucho más que lo que importaba desde Venezuela. Cabe recordar que la mayor parte de las transacciones de Ecuador eran con Venezuela.

Metiendo mano a las reservas

Para hacer los pagos a los exportadores ecuatorianos, entonces, el Banco Central utilizaba recursos de la reserva internacional de libre disponibilidad o RILD.

Entregaba este dinero a las empresas y, a los seis meses, el Sucre compensaba la balanza, lo que significa que Venezuela tenía que devolver los dólares a Ecuador.

Para estas compensaciones, el Banco Central creó, a partir de diciembre de 2012, una subcuenta dentro de la reserva internacional llamada 'Posición SUCRE'. Allí se pueden observar claramente las compensaciones cada seis meses.

Pero la Comisión de Fiscalización considera que en realidad lo que estaba haciendo el Banco Central de Ecuador era otorgar créditos a los exportadores, que se pagaban a los seis meses y sin intereses, cuando se pagaban.

Exportadores que en la mayoría de los casos tenían operaciones irregulares, como sucedió con Foglocons.

El Servicio Nacional de Aduanas encontró que los valores FOB declarados por estas empresas eran mucho más altos que los reales, que exportaban bienes que no se producen en Ecuador y que declaraban cero Impuesto a la Renta, entre otras irregularidades.

Los valores de exportación declarados eran mucho más altos que los reales, las empresas exportaban bienes que no se producían en Ecuador y pagaban cero Impuesto a la Renta

Paraíso de dólares

El dinero enviado desde la reserva internacional de Ecuador al exportador debía utilizarse para pagar sus facturas y demás costos de producción en el país.

El problema es que los exportadores fraudulentos no hacían estos pagos, sino que sacaban los dólares de Ecuador.

En el caso de Foglocons, por ejemplo, el dinero recibido por las falsas exportaciones fue a parar en Suiza, Curazao, Corea, Venezuela, Barbados, Panamá y Libia.

Según la acusación contra Saab en Estados Unidos, el dinero de las falsas exportaciones llegó a ese país y de ahí se movió a paraísos fiscales.

Algo similar ocurría con Pifogardens, también de la red de Foglocons. Las investigaciones de la justicia ecuatoriana encontraron que esta empresa recibió 48 transferencias desde Venezuela que suman USD 23,82 millones.

Sin embargo, este dinero permaneció poco tiempo en Ecuador. En apenas 48 horas, en promedio, se hacían transferencias a países considerados paraísos fiscales como: Curacao, Hong Kong, Holanda, Suiza y Panamá. El 54% de los pagos fue movido a esos destinos.

En el caso de Foglocons, el dinero de las falsas exportaciones llegó a Estados Unidos y de ahí fue enviado a paraísos fiscales.

¿Reservas saqueadas?

Las reservas internacionales ecuatorianas resultaron fuertemente afectadas durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, e incluso llegaron a niveles por debajo de lo aceptable.

Las transacciones con el Sucre significaron un alto costo en materia de reservas internacionales para Ecuador, sobre todo en los años con más operaciones (entre 2012 y 2013 en el gobierno de Correa).

Según Mateo Villalba, exgerente del Banco Central, el golpe se daba cuando el dinero pagado a los exportadores no se quedaba circulando en Ecuador sino que salía del país.

Otro problema era lograr que los venezolanos devolvieran los dólares que Ecuador les adelantaba y que se debía devolver cada seis meses, en teoría.

Durante su comparecencia a la Asamblea por el escándalo del Sucre, Villalba reconoció que debió viajar varias veces a Caracas fuertemente armado para presionar al Consejo Monetario Regional del Sucre para que devolviera el dinero ecuatoriano.

Villalba también dijo que el principal perjuicio causado por el Sucre a las reservas internacionales de Ecuador no fue una disminución, sino una modificación en la composición de su liquidez por activos y pasivos.

Esta modificación causaba "una presión temporal sobre la liquidez" de la reserva internacional, según el exgerente del Banco Central.

La Comisión Fiscalización ha pedido a la Fiscalía que investigue si todo el dinero de la reserva internacional que Ecuador le prestó a las empresas que hicieron operaciones bajo el sistema Sucre fue recuperado o si una parte se perdió y cómo.

Mateo Villalba reconoció que debió viajar varias veces a Caracas, armado, para presionar al Consejo Monetario Regional del Sucre para que devolviera el dinero ecuatoriano.

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