El exlegislador por la Revolución Ciudadana, Ronny Aleaga Santos, es militante de la agrupación desde sus inicios. A finales de 2018 se principalizó como asambleísta y se dedicó ser un denunciante activo dentro del correísmo.
Ronny Xavier Aleaga Santos es un expandillero de los Latin King que formó parte de las juventudes de Alianza PAIS, luego fue legislador alterno y titular por la Revolución Ciudadana. Es militante del correísmo y ahora prófugo de la justicia, tras ser vinculado al caso Metástasis.
El exasambleísta pasó de las filas de la pandilla y posterior agrupación urbana a las del correísmo, bajo todas sus banderas (Alianza PAIS, Centro Democrático, Fuerza Compromiso Social y Revolución Ciudadana).
Desde la militancia en las juventudes de la lista 35 apoyó las campañas presidenciales y locales de la agrupación política. Hasta que en 2017 llegó a la papeleta de asambleístas de la circunscripción 1 de Guayas, como alterno de Sofía Espín.
Sin embargo, en noviembre de 2018 Espín fue destituida del cargo y Aleaga se quedó con esa curul. Y, desde entonces, empezó a escalar dentro de la organización.
Para las elecciones de 2021, Ronny Aleaga buscaba la reelección como asambleísta titular. No solo que lo consiguió, sino que en la elección de autoridades del Legislativo, fue propuesto por su bancada para ocupar la tercera vocalía en el Consejo de Administración Legislativa (CAL).
En su tiempo como asambleísta, Aleaga fue ganando espacio como uno de los voceros del correísmo, pues se dedicó a denunciar supuestos casos de corrupción y amenazas en su contra.
A inicios de 2019, el entonces legislador denunció al presidente Lenín Moreno por supuesto fraude fiscal, corrupción y lavado de activos. Lo que dio inicio al caso conocido como Ina Papers, ahora Sinohydro, un caso que empezó luego de revelaciones periodísticas de Periodismo de Investigación y El Universo.
Además, viajó a España para verificar la existencia de un departamento, que supuestamente pertenecía al Mandatario y que demostraría la certeza de sus denuncias. A raíz de ello, Aleaga empezó a denunciar que recibía amenazas de muerte en su contra.
Ese mismo año denunció a la legisladora de Creo, Ana Galarza, por supuestamente gestionar nombramientos en cargos públicos, lo que le costó el puesto. Acusó también a Moreno de querer culpar a los Latin Kings de lo sucedido durante el paro nacional de octubre de 2019.
También presentó un pedido de juicio político contra el contralor subrogante Carlos Riofrío; denunció a la presidenta de la Asamblea, Elizabeth Cabezas, y a la ministra de Gobierno, María Paula Romo, por presunto tráfico de influencias; e incluso a la fiscal general, Diana Salazar por supuestas amenazas.
Pero, de la misma manera, empezaron a hacerse públicas incriminaciones en su contra.
La principal fue la foto, calificada por el fallecido Fernando Villavicencia como 'foto de los tetones en la piscina', que ubica a Alega en los mismos círculos que Xavier Jordán, también prófugo de la justicia por supuestos vínculos con el narcotraficante Leandro Norero y otros personajes asociados a la corrupción.
Esa imagen le costó el retiro de su visa por parte del Gobierno de Estados Unidos y le ha perseguido desde entonces. También abrió la puerta a su relación con Leonardo Cortazar, uno de los protagonistas del caso Encuentro, que salpicó al expresidente Guillermo Lasso.
Lo que conllevó que el exasambleísta correísta denuncie al entonces legislador Fernando Villavicencio y al periodista Christian Zurita por un supuesto delito de odio, por haber difundido la imagen. Todo esto también le costó la reelección en 2023, ya que declinó su participación.
Y esa fotografía lo persigue todavía. Fue presentada como parte de la evidencia dentro del caso Metástasis, que junto con los chats de Norero, sirvieron para que la Fiscalía lo acuse de ser el operador político de Norero y Jordán en la Asamblea Nacional.
Las conversaciones mostrarían cómo, a través de su plataforma política, tanto en el Consejo de Administración Legislativa como en la Comisión de Fiscalización, Aleaga habría intentado perjudicar y detener las denuncias de Villavicencio, quien fue finalmente asesinado en agosto de 2023.
Aleaga y sus raíces en los Latin Kings
Los Latin Kings nacieron en Estados Unidos en los 40, pero despuntaron en Ecuador en los 90, especialmente en los barrios populares de Quito y Guayaquil. Y mantenían una pugna territorial con sus rivales de la época: Los Ñetas.
Sin embargo, ambas estructuras accedieron a un proceso de pacificación en 2008, durante el gobierno de Rafael Correa. La mayoría de sus miembros pasaron a los programas de reinserción social y, en los años subsiguientes, algunos se sumaron a las filas de Alianza PAIS.
En un video de 2015, publicado por el entonces Ministerio del Interior, un funcionario explica el éxito del proceso y las imágenes muestran a los jóvenes de la renombrada Corporación de Reyes y Reinas Latinos carnetizándose dentro del movimiento correísta de la época.
Aleaga participó en esos procesos. Fue parte del 'grupo urbano' desde que tenía 14 años y pasó a las filas de la Revolución Ciudadana a los 21. Sin embargo, nunca dejó de mostrar sus raíces de Latin King.
Por ejemplo, en enero de 2019, ya como asambleísta titular, Aleaga se colgó un collar de cuencas amarillas y negras, que es el símbolo de los Latin Kings, y recordó que era "el primer representante de los miembros de organizaciones urbanas" en la Función Legislativa.
Las acusaciones de la Fiscalía
El exlegislador de la Revolución Ciudadana, fue vinculado al caso Metástasis, acusado de ser un presunto colaborador en el esquema de corrupción liderado por el narcotraficante Leandro Norero.
Ronny Aleaga, alias 'el Ruso' en los chats de 'el Patrón' Norero, participó en la audiencia de formulación de cargos en su contra de manera telemática y, para anotarse puntos a favor, ofreció información "relevante" dentro del caso, para la Fiscalía General.
Sin embargo, el exasambleísta se encuentra prófugo, desde el 15 de marzo de 2024, tiene una orden de prisión y la justicia ecuatoriana pidió que la Interpol participe en su búsqueda y captura.
Según la investigación de la Fiscalía, Aleaga tenía la supuesta función de "lograr la impunidad" de los actores del grupo delincuencial, utilizando su curul, su puesto en el Consejo de Administración Legislativa y su silla en la Comisión de Fiscalización.
Además, la fiscal Diana Salazar afirmó que "su participación estaba dirigida a silenciar a la persona que representaba la mayor fuente de develación de sus actividades delictivas: Fernando Villavicencio".
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