El quiebre en Pachakutik ratifica la dispersión política del movimiento indígena
Otra vez los discursos de los líderes de Pachakutik y la Conaie sobre los cambios en el país, el trabajo de bases y la unidad del movimiento no se alinean con lo que hacen sus asambleístas electos.

Imagen de archivo: Convención nacional de Pachakutik en Quito, el 8 de junio de 2024.
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La última discordia en las versiones y actuaciones de las autoridades de Pachakutik refleja la realidad que sus líderes han intentado minimizar durante años: las estructuras social y partidista del movimiento indígena van por líneas distintas. No existe la unidad y organización que algún día tuvieron.
La fragmentación de sus bases es evidente, aunque sus dirigentes insistan en negarlo. Las pugnas internas han hecho que su capital político se diluya. Poco a poco, esto relega del escenario político a la Conaie y a Pachakutik.
El candidato presidencial de la lista 18 y titular de la Conaie, Leonidas Iza, quedó en tercer lugar en las elecciones de 2025, con apenas un 5% de la votación, casi 40 puntos por debajo de Luisa González y Daniel Noboa.
Para la segunda vuelta, las bases de la Conaie ni siquiera pudieron ponerse de acuerdo para apoyar a uno o a otro candidato. Al punto que la filial Amazónica terminó decantándose por Noboa y, por otro lado, el pacto firmado por Pachakutik y el correísmo no se reflejó en votos.
En el resultado del balotaje, los siete cantones donde había ganado Iza prefirieron a Noboa y todas las provincias con fuerte presencia del movimiento indígena también. Esto solo reconfirmó la tendencia histórica anticorreísta, que las autoridades de Pachakutik y la Conaie decidieron ignorar al comprometer su apoyo a Luisa González.
Esto lo sabía Leonidas Iza que, en una entrevista con PRIMICIAS, aceptó que no era un buen momento para Pachakutik. El dirigente explicó que, pese al trabajo del último año, no habían logrado unificar su estructura. Incluso, dijo, hay provincias donde no se quería esa unificación.
Pero el desgaste del movimiento indígena no es nuevo, la persecución y división durante la década correísta dejó profundas huellas.
Aunque los paros nacionales de 2019 y 2022 les ganaron detractores, también les abrieron las puertas a una nueva generación de votantes jóvenes: ambientalistas, animalistas, defensores de los derechos humanos, de las mujeres y de las diversidades sexuales.
Pero, como suele suceder en las esferas de poder, los líderes del momento no supieron capitalizar ese descontento social que concentraron temporalmente.
En 2021 Pachakutik optó por lanzar a Yaku Pérez como su candidato al Presidencia de la República, con la esperanza de ampliar su espectro de votación, pese al descontento entre las figuras de la Conaie.
Y lo lograron. Consiguieron su votación histórica más alta y se posicionaron como la segunda fuerza legislativa y se quedaron con la presidencia de la Asamblea. En la segunda vuelta de 2021, Jaime Vargas intentó utilizar el impulso de las movilizaciones para obtener réditos con el correísmo y le costó el puesto como presidente de la Conaie.
Un año después de esos primeros resquebrajamientos, las dos puntas del movimiento indígena enfrentaron en uno de sus momentos más tensos, que dejó en evidencia una honda división entre Pachakutik y la Conaie.
Ese episodio terminó con el enfrentamiento entre los principales bandos del movimiento indígena en las elecciones de la nueva directiva de Pachakutik. Lo que paralizó al partido y lo dejó prácticamente fuera de las elecciones extraordinarias de agosto de 2023, tanto presidenciales como de asambleístas nacionales.
Después de semanas de recursos legales y acusaciones mutuas, el ala más radical, liderada por Iza puso como coordinador nacional a Guillermo Churuchumbi, quien estuvo a la cabeza de la 'recuperación' de Pachakutik, sin éxito. La prueba irrefutable fue el resultado de las Presidenciales 2025.
La historia se repite, a mayor velocidad
Esta vez ni siquiera ha empezado el periodo legislativo 2025-2029 y los asambleístas electos de Pachakutik ya rompieron filas. Según el ministro de Gobierno, José de la Gasca, los nueve llegaron a un acuerdo con la administración de Daniel Noboa.
Pachakutik respondió con un comunicado negando la versión oficialista, solo para ser desmentido inmediatamente por uno de sus propios asambleístas electos: José Nango. El próximo legislador afirmó que al menos cinco de sus compañeros ya se comprometieron con el Gobierno para unir esfuerzos en la sesión inaugural de la Asamblea Nacional, del 14 de mayo de 2025.
Esto pese a que el presidente de la Conaie aseguró que, en estas últimas elecciones, Pachakutik había dejado de tomar en cuenta a "candidaturas oportunistas", para dar paso a personas comprometidas con el proyecto político. Gran parte de esos candidatos comprometidos ya están acusados de traición.
Aunque esto tampoco sorprende entre la opinión pública. La representación legislativa del movimiento indígena, que había tenido representaciones mínimas, pero constantes, cayó en desgracia cuando consiguieron ocupar espacios de poder.
Tras los paros nacionales y su mejor votación, en 2021 el bloque de 27 legisladores fue desgranándose y se dividió en tres grupos: los rebeldes, que seguían la línea dura de la Conaie, los orgánicos, que seguían la de Pachakutik, y los que se movían a conveniencia.
Esto sin contar los casos de corrupción que incluso les costaron la presidencia de la Legislatura.
Poco antes de la disolución de esa Asamblea (por el decreto de muerte cruzada firmado por el expresidente Guillermo Lasso) Pachakutik también tuvo que sufrir el descrédito de la detención de uno de sus legisladores, que fue sentenciado a 19 años de cárcel por violación. Inicialmente, Peter Calo fue defendido por el mismo Iza, quien argumentó que se trataba de una persecución política y después tuvo que pedir disculpas públicas.
Ya durante el periodo extraordinario que está por terminar el mermado movimiento indígena en el Legislativo ha luchado por desmarcarse del correísmo, con quien coincidió constantemente en votaciones y resoluciones.
Ahora, nuevamente los líderes de la Conaie y Pachakutik insisten en representar a la oposición del gobierno del reelecto presidente Daniel Noboa. Pero, días antes de la posesión de la Asamblea y del Primer Mandatario, su nuevo bloque legislativo ya muestra síntomas de que las decisiones serán tomadas de manera individual y a conveniencia de cada uno de sus nueve legisladores electos.
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