Miércoles, 24 de abril de 2024

El correísmo deja de ser una fuerza arrolladora y Alianza PAIS desaparece

Autor:

Adriana Noboa

Actualizada:

10 Feb 2021 - 0:05

Alianza PAIS y el correísmo obtuvieron los resultados más bajos de lo habitual, tras su separación.

Autor: Adriana Noboa

Actualizada:

10 Feb 2021 - 0:05

Alianza PAIS y el correísmo obtuvieron los resultados más bajos de lo habitual, tras su separación. - Foto: PRIMICIAS

El correísmo sigue siendo la primera fuerza política de la Asamblea Nacional y ganó la primera vuelta en la carrera presidencial, pero en solitario podrá hacer poco. Sus líderes empiezan a hablar de alianzas.

Alianza PAIS era sinónimo de correísmo hasta finales de 2017, cuando las bases de la organización política más fuerte del Ecuador se dividieron entre morenistas y correístas.

Luego de cinco elecciones y tras romper con el correísmo, Alianza PAIS, la mayor fuerza política del país en los últimos 40 años, perderá a su representante en Carondelet y su presencia en la Asamblea Nacional.

El movimiento que logró 12 victorias electorales desde 2006 hasta la consulta popular de 2018, no tendrá representantes en puestos de elección popular en este periodo.

Sus resultados distan mucho de los que obtuvo con Rafael Correa como principal líder en las campañas electorales. Incluso cuando fue el 'jefe de campaña' de su primer heredero: Lenín Moreno.

Augusto Espinosa, Viviana Bonilla, Lenín Moreno, Jorge Glas y Rafael Correa, durante la inscripción del binomio Moreno-Glas, el 16 de noviembre del 2016

Augusto Espinosa, Viviana Bonilla, Lenín Moreno, Jorge Glas y Rafael Correa, durante la inscripción del binomio Moreno-Glas, el 16 de noviembre del 2016 Alianza PAIS

En su primera contienda presidencial, en 2006, AP con el binomio Correa-Moreno obtuvo el 22,8% de votos. En 2009 y 2013 el movimiento 'verdeflex' ganó en primera vuelta.

Tras la salida de su líder, sus dos herederos no pudieron repetir la hazaña. Andrés Arauz, cobijado por las banderas de Centro Democrático y Fuerza Compromiso Social, obtuvo casi cinco puntos menos que Lenín Moreno en 2017.

Mientras que AP se desplomó por completo, consiguiendo apenas el 1,5% de los votos.

En el siguiente gráfico se puede observar la evolución de los resultados presidenciales y cómo AP empieza a perder votos tras la salida de su caudillo de las listas de candidatos.

Con esta precipitosa caída, Alianza PAIS queda a merced de los resultados de la siguiente elección pluripersonal: las seccionales de 2023.

Si ahí no obtiene al menos el 4% de votos válidos, 8% de alcaldías o un concejal en el 10% de cantones, perderá su registro electoral y la lista 35 dejará de existir. Aunque la estructura partidista como tal ya ha sufrido incontables bajas y la evidencia fue esta campaña electoral y sus resultados.

Además, la simbólica sede de la avenida de los Shyris en Quito salió a la venta en julio pasado, cuando la agrupación ya acumulaba varias deudas.

AP quedó fuera de la Asamblea Nacional, por primera vez en 14 años. Aunque tras la pelea entre sus líderes, en el transcurso de este periodo pasó de 74 a 33 curules. Los que quedaron incluso decidieron alejarse del aún presidente de la agrupación, Lenín Moreno, para hacer una campaña electoral en la que declararon no ser parte del oficialismo.

El correísmo también ha perdido espacio desde la histórica mayoría absoluta que obtuvo en 2013 con 100 legisladores. Ahora bordea las 50 curules con Centro Democrático para el periodo 2021-2025.

Esto pese a que sus listas se aferraron a un Correa digital o de cartón para la campaña electoral de todas las dignidades. Y lo llevaron consigo a todas partes, incluso al Consejo Nacional Electoral (CNE).

Pierina Correa y Andrés Arauz llevaron a Rafael Correa en un iPad al CNE para que acepte su candidatura a Vicepresidente de la República, en Quito, el 1 de septiembre de 2020.

Pierina Correa y Andrés Arauz llevaron a Rafael Correa en un iPad al CNE para que acepte su candidatura a Vicepresidente de la República, en Quito, el 1 de septiembre de 2020. API / Daniel Molineros

Además, la segunda vuelta presidencial prevista para el 11 de abril aún debe determinar el triunfo o derrota del candidato de Correa para la Presidencia, cuando se defina quién será su oponente al terminar el escrutinio.

Con nuevos bríos tras su primer lugar en la primera vuelta, Arauz advirtió que Correa no habla por él y que él tampoco puede hacerlo a nombre del exmandatario, sentenciado por corrupción.

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