El candidato presidencial de la alianza Creo-PSC obtuvo menos votación que en 2017. Y en las elecciones legislativas, el bloque de Creo se reducirá a menos de la mitad mientras que el PSC aumentará sus curules.
Las elecciones generales de 2021 mostraron un cambio de tendencia en el electorado. La mayoría de ecuatorianos evitó dar su voto al correísmo o al autoproclamado líder de la oposición, Guillermo Lasso.
Es así que la alianza entre el movimiento Creo y el Partido Social Cristiano (PSC) no obtuvo los resultados que esperaba y proyectaba a la opinión pública. Ni Jaime Nebot y Lasso juntos, en la camioneta de campaña, convencieron a la mayoría del electorado.
Las sorpresas las dieron Pachakutik y la Izquierda Democrática, que se ubicaron como segunda y cuarta fuerza política, tanto en los resultados presidenciales como en las curules que hasta ahora obtienen para la Asamblea.
El capital político de Creo y el PSC queda mermado tras la primera vuelta. Aunque el socialcristianismo, gracias al nuevo método de adjudicación de escaños, logró meter más asambleístas que el periodo previo al Legislativo.
Juntos lograron menos votos
Mientras el movimiento indígena y el partido naranja aumentaron sus apoyos terciando solos, la alianza de las dos agrupaciones de origen guayaquileño no sumó respaldos.
El porcentaje de votos válidos para Lasso, en su tercera candidatura presidencial consecutiva, bajó casi ocho puntos desde 2017, cuando obtuvo 28%. Pese a que la candidata de su aliado, Cynthia Viteri, en ese entonces obtuvo 16% por su cuenta.
Es así que mientras el escrutinio avanza, Lasso pelea con Yaku Pérez, de Pachakutik, por quedarse con el segundo lugar y pasar al balotaje de abril, aunque sea por décimas de diferencia.
Al PSC le fue mejor solo
Pese a su alianza presidencial, después de que el PSC retiró la candidatura de Cristina Reyes por apoyar la de Lasso, en las listas para legisladores provinciales y nacionales decidieron terciar cada uno por su parte.
Esto resultó en que Creo también perdió poder en la legislatura. Aunque sus curules iban en aumento, desde su primera contienda electoral en 2013, ahora se reducirán a menos de la mitad del actual periodo.
Mientras que los socialcristianos logran unos 19 escaños, con los resultados preliminares.