Jueves, 25 de abril de 2024

Seccionales: entre la debilidad de los partidos y la reorganización local

Autor:

Adriana Noboa

Actualizada:

4 Feb 2023 - 5:29

Las votaciones de este domingo redefinirán el tablero político del país. Las fuerzas locales se reacomodarán y los partidos nacionales descubrirán si aún les quedan espacios de poder.

Autor: Adriana Noboa

Actualizada:

4 Feb 2023 - 5:29

Personal del IGM trabaja en la impresión de las papeletas para las elecciones, este 19 de enero de 2023. - Foto: PRIMICIAS

Las votaciones de este domingo redefinirán el tablero político del país. Las fuerzas locales se reacomodarán y los partidos nacionales descubrirán si aún les quedan espacios de poder.

Estas elecciones seccionales ratifican que en el país no existen verdaderas agrupaciones políticas nacionales. Y también que las posturas partidistas y las ideologías son irrelevantes al momento de buscar el poder, especialmente, local.

La contienda de este domingo 5 de febrero no será diferente. Los ecuatorianos escogerán alcaldes, prefectos, concejales y miembros de juntas parroquiales rurales, en una votación donde las banderas políticas tienen poco peso.

El 45% de las candidaturas para las alcaldías fueron postuladas en alianzas, lo mismo sucedió con el 41% de aspirantes a las prefecturas. Pese a ello, los partidos y movimientos nacionales no pudieron contar con candidatos para todas esas dignidades.

Las agrupaciones con más candidatos son: Creo, Pachakutik y la Revolución Ciudadana. El oficialismo prefirió las alianzas, mientras que el movimiento indígena y el correísmo apostaron por candidatos 'propios', aunque previamente hayan pertenecido a otras estructuras políticas.

Solo en la contienda por las alcaldías, de los 123 candidatos que buscan la reelección, 95 se lanzarán por una tienda política distinta a la que los llevó al cargo en 2019. Mientras que de la decena de prefectos que quieren mantenerse en el cargo, dos cambiaron de bandera.

Este escenario hace imposible predecir si, una vez llegadas al poder, las nuevas autoridades se mantendrán en línea con los partidos o movimientos que los auspiciaron. O a cuál de todas las banderas que conformaron la alianza responderán. En algunos casos hay hasta cinco listas respaldando a un candidato.

El único partido que tiene ventaja, es el oficialismo, generalmente las autoridades locales prefieren mantener una buena relación con el Ejecutivo para poder conseguir una mayor inversión en sus cantones o provincias.

Las tendencias en las seccionales

En las seccionales pasadas, el Partido Social Cristiano (PCS) fue el que mayor respaldo obtuvo en las urnas y el que alcanzó mayores alcaldías y prefecturas por sí solo. Su fuerza creció en la Sierra y Amazonía, pero ¿podrá mantenerla?

Mientras tanto, el apoyo del correísmo se desvaneció en 2019, apenas consiguieron dos prefecturas, Pichincha y Manabí. Y, luego de la derrota en las presidenciales de 2021, en esta ocasión se descubrirá cuánto capital político le queda a la Revolución Ciudadana.

En 2019, Creo solo consiguió nueve alcaldías. Ahora, aunque tiene muy pocos candidatos propios, se podrá medir si el actual oficialismo consiguió aumentar su respaldo al controlar el Gobierno Nacional y qué tan útiles le resultarán las alianzas forjadas.

En las últimas seccionales, Pachakutik obtuvo 15 alcaldías y cuatro prefecturas, la mayoría de ellas pequeñas. Pero, después de dos paros nacionales y un sorpresivo apoyo en las últimas presidenciales, el movimiento indígena descubrirá si la presión en las calles le genera o no un apoyo en las urnas.

Aunque la fuerza local de la Izquierda Democrática ha ido debilitándose en las seccionales desde 2004, el partido naranja podría dar una sorpresa este 2019, ya que en las presidenciales de 2021 alcanzó un importante número de votos y legisladores.

Otro factor importante para estas votaciones será la ya tradicional dicotomía entre "correísmo" y "anticorreísmo", con algunos cambios. Los entresijos de la política nacional han reacomodado el tablero electoral con alianzas o 'coincidencias' antes no vistas.

Esta vez también hay nuevas consignas políticas y sociales. Por ejemplo, la oposición al movimiento del presidente Guillermo Lasso, como una reacción adversa a su gestión nacional, desde lo económico hasta lo ambiental y social.

Y también hay que tener en cuenta los contextos locales, como la pugna por quitarle el control al PSC en Guayaquil y el exceso de candidaturas en Quito, que quieren evitar que el investigado exalcalde Jorge Yunda regrese al poder.

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