Martes, 30 de abril de 2024

La Asamblea atraviesa sus horas más bajas

Autor:

Redacción Primicias

Actualizada:

15 Oct 2019 - 0:05

Militares y policías retiran las vallas de seguridad de la Asamblea Nacional, tras finalizar el paro indígena, el 14 de octubre de 2019.

Autor: Redacción Primicias

Actualizada:

15 Oct 2019 - 0:05

Militares y policías retiran las vallas de seguridad de la Asamblea Nacional, tras finalizar el paro indígena, el 14 de octubre de 2019. - Foto: Adriana Noboa / Primicias

El Legislativo nunca sesionó durante los 11 días que duró el paro nacional. La convocatoria a una sesión del pleno tomó más de una semana en concretarse, y la fecha que se fijó coincidió con el fin de las protestas.

La Asamblea Nacional fue la gran ausente en el paro nacional. En los 11 días que duró la jornada de movilización de en todo el país, el Legislativo no sesionó, aunque sí emitió tres comunicados públicos llamando a la paz.

Con esto, la desgastada imagen del Legislativo enfrenta una nueva crítica.

Las actividades en el Palacio Legislativo se paralizaron la tarde del lunes 7 de octubre del 2019. Al día siguiente, un grupo de manifestantes ingresó a las instalaciones de la Asamblea y accedió hasta el Salón del Pleno. 

Desde ese día, los legisladores -y el personal- no regresaron al edificio. Su presidente, César Litardo, en entrevistas otorgadas a medios internacionales, dijo que se buscaba un lugar en donde se pudiera instalar el pleno de forma segura, pues el acceso al Palacio era imposible.

La convocatoria, sin embargo, llegó recién el sábado 12 de octubre, y se fijó la sesión para el lunes 14 en la provincia de Santa Elena. Esa sesion fue suspendida, pues el gobierno y los indígenas llegaron ya a un acuerdo que puso fin al paro.

Con eso, las esperanzas de Litardo de que el Legislativo haga las veces de mediador el en conflicto entre el Ejecutivo y los indígenas quedaron descartadas.

Desde el inicio del paro, él había sugerido que los representantes sean el canal de acercamiento. En una entrevista radial incluso dijo que los acercamientos eran con los asambleístas de Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena. También sugirió una comisión multipartidista.

Finalmente, el diálogo se dio a través de las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana; la Asamblea, quedó excluida. Las propuestas de Litardo no fueron consideradas y el Legislativo quedó como uno de los veedores -con las otras tres funciones del Estado- de los acuerdos entre Ejecutivo e indígenas.

El fantasma de la muerte cruzada

Los legisladores de Revolución Ciudadana pidieron el 3 de octubre, un día después de la declaratoria del estado de excepción, que la Asamblea revise esa declaratoria y que también se pueda analizar si cabe la destitución del presidente Lenín Moreno.

Lo que los asambleístas correístas plantearon es la posibilidad de invocar la muerte cruzada, con lo que las elecciones presidenciales se adelantarían. Rafael Correa incluso habló desde Bélgica de su posible candidatura.

Estos legisladores también comenzaron a hablar con sus compañeros de otros bloques, en busca de los votos suficientes para cumplir sus expectativas. La asambleísta Jeannine Cruz habló de presiones para instalar esta sesión del pleno.

Litardo también habló de estas presiones. En una rueda de prensa el 14 de octubre, ya levantado el paro, dijo que la Asamblea “no sucumbió” a las presiones. Y recalcó que la falta de instalación de la sesión del pleno no fue por miedo a que Revolución Ciudadana tuviera los votos para la muerte cruzada

“Estamos seguros que la mayoría de bloques iban a rechazar esto. Conversé con cada bloque y todos coincidían que esa no era una opción”, dijo Litardo ante la prensa.

Según el presidente del Legislativo, ese llamado "era parte del plan de desestabilización". Y la demora en el llamado a la sesión fue tardío por la falta de un local seguro al que todos los asambleístas pudieran llegar.

Otros bloques sí querían una sesión

Asambleístas de distintas bancadas se reunieron este 14 de octubre en la Casa Legislativa de Guayaquil. Frente al acuerdo alcanzado entre el gobierno y la Conaie, coincidieron en la necesidad de sancionar a los responsables de los hechos de violencia.

Roberto Gómez (Creo), Vicente Taiano (PSC) y Guillermo Celi (Suma) lamentaron que el Parlamento no se haya reunido durante los días de crisis. Todos destacaron que se pudo evitar un "intento de golpe de Estado" y la desestabilización del sistema democrático. 

Gómez sin embargo aclaró que “no ganaron quienes querían cambiar de gobierno de manera inconstitucional”, con referencia al planteamiento de muerte cruzada Revolución Ciudadana.

Para el parlamentario, la Asamblea debe encargarse de buscar a los "responsables políticos del caos" que vivió el país en los últimos días. Taiano celebró que la calma retorne al país. También pidió que se sancione a quienes instigaron los hechos de violencia.

En esa línea, Celi exigió "acciones contundentes contra quienes generaron violencia en el país". Taiano también llamo a no descuidar la crisis económica que enfrenta el país, para lo que se requieren "medidas acordes a la realidad".

Los asambleístas esperan que el Gobierno envíe cuanto antes las reformas laboral y tributaria, anunciadas Moreno el pasado 1 de octubre.

Los plazos para aprobarlas apremian, pues hasta el 30 de octubre debe llegar al Legislativo la proforma presupuestaria 2020.