¡Qué fracaso el de Ecuador en el Sudamericano Sub 20! ¿Kendry Páez es el gran culpable?

Ecuador asistió al Sudamericano Sub 20 con una tarea difícil: avanzar en un grupo conformado por Argentina, Brasil y Colombia. Negarlo sería necio: la Tricolor no era favorita. Pero esta inminente eliminación, que sabe a fracaso, merece una profunda reflexión pues se ha perdido antre Brasil sin apenas ofrecer resistencia en el primer tiempo, lo que hipotecó el partido y el torneo.

La verdad es que este equipo juvenil llegó al Sudamericano con poco rodaje profesional y con algunos jugadores sin haber debutado en Primera. Esa es la real causa de esta desazón. Los rivales, en cambio, sí llevaron gente con mucho recorrido competitivo. 

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Quedó palpable la distancia que siempre han tenido otros países en ese aspecto: el profesionalismo. Quizás en el caso de Ecuador, se apeló mucho al personal más tierno, de 18 años, por algunas lesiones, y no al cercano a las dos décadas.

De ahí, hay otras razones (no tan) secundarias para esta debacle. Los dedos acusadores apuntan sobre todo a Kendry Páez, el 10 y capitán que afrontó esta competición tras un 2024 complejo. Su influencia real en la cancha se ha diluido, tanto en Indepeniente del Valle como en la Tricolor mayor. 

Jugar en la Sub 20 era una oportunidad para demostrar sus kilates en un entorno más afín a su edad y madurez, pero la desperdició. Al menos, se dio el gustito de inventarse un penal y anotar a Brasil, para maquillar su presentación. 

Pero es injusto responsabilizarlo y, peor, acusarlo. El equipo entero lo hizo mal y el entrenador Miguel Bravo no pudo solucionar ni la falta de juego de los muchachos ni el dilema de Kendry, ya que decidió ponerlo de titular y darle la camiseta 10. 

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La defensa lució con la fragilidad de una pompa de jabón y en general no se percibió una estructura en los partidos. Ecuador apeló bastante al pase largo, pero sin un delantero anotador los pelotazos se volvieron simples despejes. No hubo chispa, alegría, pasión. En definitiva, se retrocedió, y bastante. 

Como siempre ocurre en estos casos, cuando se calmen los ánimos, habrá que sacar las lecciones que deja este mal paso por el Sudamericano Sub 20 y tomar las medidas para que esto no se repita.