Los cementerios patrimoniales son tesoros que cuentan historias, preservan tradiciones y deslumbran con su belleza artística y arquitectónica, siendo una parte significativa de la cultura ecuatoriana.
Los cementerios no solamente son espacios que albergan el descanso eterno en sus tumbas, también guardan tradiciones, historia y riqueza arquitectónica. Los cementerios patrimoniales de Ecuador son valiosos lugares que desempeñan un papel crucial en la preservación de su herencia cultural.
Estos sitios suelen albergar tumbas y monumentos de personas históricamente relevantes, como políticos, militares o artistas. Además, se puede ver la evolución de la arquitectura y estilos artísticos de la época. Las tumbas y mausoleos se convierten en obras de arte ya que están decoradas con esculturas, vitrales y otros elementos artísticos. Otros tesoros que se conservan en los cementerios patrimoniales son las costumbres funerarias de cada sector, como los rituales o celebraciones religiosas.
A continuación te contamos dos principales cementerios patrimoniales y emblemáticos del Ecuador.
Cementerio General de Guayaquil
Uno de los cementerios más antiguos del Ecuador es Patrimonio Cultural Nacional desde Octubre del 2003 en Guayaquil. El camposanto, construido en las laderas del Cerro del Carmen cerca de algunos hospitales, era administrado por la Junta de Beneficencia Municipal de Guayaquil.
El lugar constaba de algunas áreas. La clase alta constituía los mausoleos con estéticas artísticas especiales, la clase media ordenada de forma serial en bóvedas y las menos privilegiadas bajo el suelo. El lugar fue producto de la contribución entre arquitectos y escultores europeos y nacionales, que lo convirtieron en una obra de arte. Las estatuas, mausoleos y bajorrelieves están talladas con mármol de Carrara de color blanco. Además, hay la Guía de la Eternidad, un recorrido por las rutas de los personajes históricos que, junto a historiadores e investigadores, nos ofrecen conocimiento de nuestra cultura e historia.
Cementerio San Diego
El cementerio San Diego, ubicado en la ciudad de Quito, es un camposanto patrimonial famoso por su arquitectura gótica y tumbas esculturales. El cementerio abrió sus puertas en 1872, en la zona donde enterraron a algunos soldados de la Batalla de Pichincha. En San Diego descansan varios personajes importantes como José María Velasco Ibarra junto a su esposa, Aurelio Mosquera Narváez, Luis Felipe Borja, entre otros.
Sus mausoleos destacan con estilos neoclásicos, góticos, barrocos y la edificación de la capilla estuvo a cargo del arquitecto y sacerdote alemán, Padre Pedro Brunning. Las lápidas talladas con diferentes tipos de piedra son un ejemplo de la habilidad artística que distingue a Quito. En el camposanto los rituales tradicionales en el Día de Difuntos son tomar colada morada, llevar música a los entierros, entre otras. Todo lo conservado en el cementerio San Diego, refleja las vivencias de la ciudad.
Los cementerios patrimoniales mantienen viva la historia del Ecuador, así como también destacan su riqueza arquitectónica y artística. Son espacios que invitan a explorar la herencia nacional fomentando la cultura local.
