Caminan en grupo, visten las mismas camisetas y se organizan para gritar. Son ciudadanos de distintos países que han llegado a Qatar para animar a las selecciones que juegan la Copa del Mundo.
Los hinchas 'falsos' sí existen en Qatar. Aparecen de la nada y empiezan a gritar. Se concentran en las paradas del metro y recorren los principales lugares de encuentro de los fanáticos, para encender la fiesta del Mundial.
Prefieren no hablar, pero se nota que les gusta lo que hacen. Gritan, cantan, bailan, agitan banderas, aunque no sean las de sus países.
Ante la pregunta "¿Where are you from?" (¿de dónde son ustedes?), ellos responden: "Morocco" (Marruecos). Otros son de Bangladesh y de países cercanos a Qatar.
No cuentan cuánto les pagaron, pero están en Doha para encender la fiesta del Mundial. Y lo consiguen.
Van por las calles animando a todas la selecciones. Es muy curioso mirar a ciudadanos con rasgos árabes, vistiendo camisetas de Argentina, Brasil o Ecuador.
Pero logran su objetivo. Cuando pasa un grupo de estos hinchas 'falsos', se roban la atención de los turistas.
Enseguida, los aficionados que han llegado a Qatar y los medios de comunicación, se acercan para filmar y tomar fotos de la fiesta instantánea que provocan.
La mayor parte de estos hinchas, lo único que repiten es el nombre del país al que representan. "¡Ecuador, Ecuador!". Causan emoción por unos segundos y continúan su paso, no se detienen.
Pero conforme avancen los días, serán menos necesarios. A falta de pocas horas para que empiece de manera oficial la Copa del Mundo, con el partido inaugural entre Qatar y Ecuador, cada vez más hinchas reales llegan a Doha.
El Comité Organizador asegura que hasta el domingo 20 de noviembre, habrán aterrizado el 60% de los fanáticos que se esperan para el Mundial.
Las paradas de metro, los mercados, el paseo marítimo de la Corniche, los Fan Festival cada vez lucen más llenos. Está previsto que cerca de dos millones de turistas se tomen la capital qatarí.
Así, seguramente los hinchas 'falsos' dejarán su lugar a los reales, para que se encarguen de hacer su propia fiesta en Qatar.