La cinta alemana, que se recrea la barbarie de la Primera Guerra Mundial, se convirtió en la gran triunfadora de los premios británicos del cine.
La película alemana 'Sin novedad en el frente' arrasó en los premios BAFTA, los más importantes de la industria británica, con siete galardones, incluido el de mejor película.
La cinta dirigida por Edward Berger, que se recrea en la soledad, lo inhumano y la barbarie del conflicto, se convirtió en la gran triunfadora de la velada con los premios a:
- Película del año
- Mejor película de habla no inglesa
- Guion adaptado
- Director (Edward Berger)
- Banda sonora
- Sonido
- Fotografía
'Sin novedad en el frente' (en inglés se la conoce como 'All Quiet on the Western Front') está basado en el libro homónimo escrito por un veterano alemán de la Gran Guerra. La adaptación al cine fue acogida por Netflix.
Esta película también aspira a nueve premios Oscar, que se entregarán el 12 de marzo.
'Elvis' ganó cuatro premios
La gala también encumbró a la película 'Elvis', que se llevó cuatro máscaras doradas. La gran sorpresa estuvo en el rubro de mejor actor, en que Aston Butler se impuso a los favoritos Colin Farrell y Brendan Fraser.
El 'biopic' del legendario artista estadounidense, relatado desde los ojos de su agente, se impuso también en mejor casting, maquillaje y vestuario.
Austin Butler sostiene su premio BAFTA a mejor actor, por su papel en 'Elvis'. EFE
Otros ganadores
Cate Blanchett ganó el BAFTA a mejor actriz principal, mientras que 'Everything Everywhere All At Once' fue la gran decepción de la noche: solo ganó un premio de sus diez nominaciones.
La película 'Espíritus de la isla' ('The Banshees of Inisherin', en inglés) ganó cuatro premios: mejor guion original, mejor película británica, mejor actor de reparto (Barry Keoghan) y mejor actriz de reparto (Kerry Condon).
El Pinocho de Guillermo del Toro se hizo con el galardón a mejor película animada y apunta a ganador en los Oscar. En tanto, 'Argentina, 1985' perdió en la categoría de mejor película de habla no inglesa ante 'Sin novedad en el frente'. Y lo mismo puede ocurrir en los Oscar.
Un evento con fallas
La gala por primera vez desde 2016 salió del clásico Royal Albert Hall y se trasladó a orillas del Támesis, al hormigón armado que supone la estructura del Royal Festival Hall, imponente por dentro, pero carente de la magia que desprende el Royal Albert Hall.
La ceremonia, pese a los intentos de Richard E. Grant de aportar humor y calidez, se mostró más pesada que otros años, con unas actuaciones musicales descafeinadas y con un ritmo desatinado que alargó el acto hasta las tres horas.
Jamie Lee Curtis, nominada a mejor actriz secundaria, aportó uno de los mejores (y escasos) chistes de la noche. Curtis criticó la decisión de Netflix de prohibir compartir cuentas. "Todos los miembros de la industria compartimos la misma. Ya os sabéis la contraseña", dijo la actriz.
Por su parte, Troy Kotsur, actor sordo que ganó el año pasado el Bafta a mejor actor secundario, cometió uno de los gruesos errores de la noche. Kotsur anunció el premio a mejor actriz secundaria para Carey Mulligan, cuando la ganadora había sido Kerry Condon. Un error de comunicación con los intérpretes causó la confusión.
Lágrimas por los ausentes
También fue un error que la organización no incluyó al cineasta Carlos Saura en su repaso a los fallecidos en los últimos doce meses. Grant, entre lágrimas, dio paso a un video en el que se omitió al cineasta español, pero sí estuvieron Raquel Welch, James Caan, Jean-Luc Godard, Gina Lollobrigida y Ray Liotta, entre muchos otros.
En el recuerdo estuvo también la reina Isabel II, a la que Helen Mirren, su intérprete en la película de 2006 'The Queen', dio un emotivo discurso. El príncipe Guillermo y su esposa Kate Middleton lloraron en sus asientos.
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