'Heartstopper' desnuda la vida sentimental de los adolescentes solitarios

Los ingleses tienen fama de ser elegantes y sobrios hasta cuando se besan o se abrazan. 'Heartstopper' es una serie inglesa que, sin perder el decoro, cuenta cómo los jóvenes se entregan ciegos y puros a al amor.

Este flamante estreno de Netflix retrata a dos personajes entrañables llamados Charlie y Nick, quienes se conocen por azar en las aulas del colegio.

Basta un cruce de miradas entre los dos para que estalle esa electricidad premonitoria del deseo. A continuación, ambos adolescentes sentirán a flor de piel que lo suyo irá más lejos que la amistad.

Y sin más preámbulos, florecen la ternura y el amor entre ellos:

'Heartstopper' cuenta con las actuaciones de Kit Connor, Joe Locke, William Gao. La serie fue creada por la precoz escritora e ilustradora británica Alice Oseman, quien a los 17 años ya dio un bombazo editorial con su obra 'Solitario', en 1994.

Oseman, si aspavientos ni discursos gregarios, está más preocupada de indagar al individuo en sus facetas introspectivas y mostrarnos los campos infinitos de la sexualidad.

Vale apuntar el dato que 'Heartstopper' es una colección de libros para colorear que se volvieron tendencia entre los jóvenes.

Heartstopper' es el nuevo fenómeno Lgtbiq+ y ha superado con creces lo que nos dejaron los chicos de la serie 'Élite', quienes a juicio de los internautas de Twitter "ya están muy maduritos":

"La mayoría de las personas Lgtbi+ no pudimos tener un amor de secundario justamente porque estábamos en el clóset". Maxi deja estas palabras para reflexionar cómo han cambiado los tiempos y por qué las expresiones de amor han soportado un yugo de mitos sociales.

La revista Variety sitúa a 'Heartstopper' en el primer puesto de su lista semanal Trending TV y vaticina que sus números romperán marcas. La razón es muy sencilla, la serie ya no afronta autocensuras. Deja que todo fluya.

Es decir, pasamos de ver series que victimizan a este serie donde hay un aire más relajado.

La producción arranca con una primera temporada compuesta por ocho capítulos de media hora. Y cuenta con una presencia que le da lustre: la actuación de Olivia Colman, quien hace de madre, pero una muy peculiar.