El discurso de Daniel Noboa en tres movimientos

I.- Allegro

Rápidamente, y desde un inicio, Daniel Noboa dejó claro el clivaje con el que ganó esta
elección: él encarna lo nuevo y no permite que le encasillen en lo viejo.

Les habló directamente a los jóvenes por dos razones esenciales: porque por su estilo
de liderazgo (más bien retraído, de no muchas palabras) son los jóvenes quienes más
se identifican con esta nueva forma de actuar.

Y porque él sabe que serán los jóvenes la fuerza en la que se respalde cuando ejerza el poder y serán ellos quienes lo reelijan en 2025, de acuerdo a su estrategia ya hecha pública unos días atrás.

Lo viejo significa para Noboa las prácticas politiqueras a los cuales la política tradicional, esa que la gente rechaza, nos tiene acostumbrados y que nos deja ver que él no la acatará ni practicará. No va a dejar que le encasillen en ese sendero. Líder nuevo, política nueva dejo entrever.

II.- Andante

Tal vez el énfasis más fuerte de su corto discurso fue el que tiene que ver con el fracaso que, para él, ha constituido la quema de puentes para el diálogo. La falta de acuerdos, de conversaciones, la exclusión de ciertos sectores por intereses o cálculos políticos.

Noboa ve en los diálogos con los más diversos sectores, una fuente clara de gobernabilidad y una forma de hacer política que piensa que le puede llevar a lograr sus objetivos de manera rápida, eficiente y sin tener un boicot permanente del resto de fuerzas políticas representadas en el Legislativo a quienes se dirigió en primera instancia en su alocución.

Y mucho más allá: para demostrarlo, puso de ejemplo a su propia familia quienes, según él, han sido perseguidos por diferentes gobiernos y de diferentes formas.

Pero para Noboa ni siquiera esto, que en teoría le afecta directamente, constituirá un óbice para sentarse en una mesa a la hora de consensuar las soluciones más acuciantes del país, que son la seguridad, la miseria y la parte económica.

"En el nuevo Ecuador no somos anti nada: somos pro Ecuador. El anti tiene un techo,
el pro es infinito", sentenció.

III.- Rondó

Noboa no es de muchas palabras y, aunque eso ya lo sabíamos, su discurso de posesión, de alrededor de 10 minutos, lo terminó de confirmar.

Noboa confía en su preparación académica, sobre todo aquella que tiene que ver con Administración Pública en la universidad más prestigiosa del mundo: Harvard. Y aquí encontraremos la clave de dos elementos básicos:

• Que para él el ejercicio del poder tiene que ver absolutamente con los
  resultados que obtenga. Que serán los logros de su Gobierno, las pequeñas
  victorias diarias, el cumplimiento de las promesas de campaña, el nuevo rumbo
  en el que ponga al país, lo que le permita gobernar con alta popularidad, sin sobresaltos, conectado a los ciudadanos y con posibilidades de ir a una eventual reelección en 2025.

• Y que su Gabinete será evaluado de acuerdo a métricas, a objetivos, a
  ejecución de los planes y programas que implementen, a cronogramas, en
  definitiva, a datos duros que permitan saber con certeza que su equipo está
  dando los resultados que él aspira.

Este es el nuevo Ecuador al que Daniel Noboa nos pretende llevar: el Ecuador joven, de
un liderazgo distinto, con apertura al diálogo, con todos los sectores y sin revanchas y,
finalmente, el Ecuador de los resultados concretos.

¡Que el buen viento y la buena mar le acompañen!