La ciclista austriaca causó una de las mayores sorpresas en la historia del ciclismo olímpico en ruta con su victoria en la carrera femenina, en la que las favoritas holandesas pagaron el precio de un aparente fallo de comunicación.
Anna Kiesenhofer, de 30 años, logró una ventaja de 10 minutos en un grupo de cinco corredoras, del que se escapó justo al comienzo del recorrido de 137 kilómetros por las colinas del oeste de Tokio.
Luego se lanzó en solitario en las inmediaciones del circuito internacional de velocidad de Fuji cuando faltaban unos 40 kilómetros, ya que las favoritas no lograron organizar una persecución adecuada, al parecer por no saber lo que estaba ocurriendo.
Bajo un calor abrasador, Kiesenhofer, campeona austriaca de contrarreloj, debutante en los Juegos Olímpicos y que ni siquiera corre en un equipo profesional, mantuvo la cabeza baja y las piernas pedaleando mientras se esforzaba por proteger su ventaja.
En los agónicos kilómetros finales, se notaba que Kiesenhofer sufría y el único temor era que se acalambrara tras un esfuerzo monumental. La austriaca miró a menudo por encima del hombro, sin duda esperando ver una ejército naranja acercándose, algo que finalmente no ocurrió.
Pero se mantuvo firme y consiguió una inesperada medalla de oro con un tiempo de tres horas, 52 minutos y 15 segundos, por delante de la holandesa Annemiek Van Vleuten, que celebró como si hubiera ganado la carrera al cruzar la meta con los brazos en alto.
"Pensé que era la primera", se oyó decir a Van Vleuten a su masajista de equipo Ruud Ziljmans en la televisión holandesa. "Ruud ¿me he equivocado?". La italiana Elisa Longho Borghini fue tercera por segunda vez consecutiva en los Juegos Olímpicos.
De la universidad a los Juegos
Kiesenhofer es doctora en matemáticas por la Universidad Politécnica de Cataluña. Actualmente realiza su investigación post-doctorado en la Escuela Politécnica Federal de Lausaunne, en Suiza.
"Mi único objetivo era llegar a la meta. Mis piernas estaban completamente vacías", dijo la austriaca. "Nunca me he vaciado tanto en toda mi vida".
Al preguntarle si las favoritas la habían subestimado, añadió: "Sí, definitivamente. Esa fue mi gran ventaja. No era una de las favoritas. Quiero decir que soy completamente desconocida".
Kiesenhofer se convirtió en la primera ciclista austriaca en conseguir el oro olímpico desde que Adolf Schmal ganara la carrera de 12 horas en pista en los Juegos de Atenas de 1896.
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