Varios jugadores han sido apartados de sus clubes en las últimas horas, después de que estallara un escándalo de manipulación de partidos para ganar altas cifras de dinero en sitios de apuestas en línea en Brasil. Se menciona a dos futbolistas ecuatorianos.
El fútbol brasileño ha vivido unas últimas horas convulsionadas. Al menos ocho jugadores de la primera división de Brasil y uno de la MLS de Estados Unidos fueron apartados por sus clubes bajo sospecha de amañar partidos en 2022.
Los futbolistas separados de las actividades de sus escuadras, la mayoría por tiempo indefinido, habrían participado de un esquema de manipulaciones que daba cuantiosas ganancias a una banda criminal que apostaba en sitios en línea.
Athletico Paranaense, finalista de la Copa Libertadores 2022, suspendió a dos centrocampistas, el ecuatoriano Bryan García y el brasileño Pedrinho, quienes estarán apartados del equipo "hasta que los hechos divulgados sean rigurosamente investigados".
Fluminense, Cruzeiro y América se manifestaron en términos similares y suspendieron a un jugador cada uno. Se trata del defensa Vítor Mendes (Fluminense), el centrocampista Richard (Cruzeiro) y el lateral derecho Nino Paraíba (América).
De acuerdo con la Fiscalía de Brasil, hay pruebas que demostrarían que Vítor Mendes aceptó un soborno a cambio de forzar una tarjeta amarilla en su contra en un partido de la liga el año pasado, cuando actuaba para Juventude.
El defensa al parecer recibió USD 7.000 por la amonestación que recibió a falta de cinco minutos del final del partido en que Juventude empató 1-1 con Fortaleza. Mendes juega en Fluminense desde diciembre pasado cedido por Atlético Mineiro.
"Soy partidario de la suspensión preventiva basada en sospechas concretas e incluso de la expulsión del deporte en casos probados. Quien comete crímenes no debe formar parte del fútbol", dijo el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, en un comunicado.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, ordenó a la Policía Federal (PF) abrir una investigación sobre las manipulaciones, que, advirtió, pueden tener "repercusión" internacional.
Otro nombre que aparece mencionado en las conversaciones de apostadores encontradas por fiscales brasileños es el del ecuatoriano Leonardo Realpe, que juega en el Red Bull Bragantino y que por el momento no ha sido suspendido.
Bryan García de Athletico Paranaense y Leo Realpe de Red Bull Bragantino, involucrados en amaños de partidos en Brasil. Archivo
Miles de dólares
El defensor brasileño Eduardo Bauermann, del Santos, fue apartado del equipo, luego de que la fiscalía lo denunciara por la presunta comisión de un delito relacionado con fraude en el resultado deportivo.
Bauermann, de 27 años y que niega los señalamientos, es de momento el único jugador de la primera división que está indiciado por la fiscalía goianiense como parte de la Operación Pena Máxima.
El operativo fue lanzado en Brasil en noviembre pasado después de que un club de segunda, Vila Nova de Goiás, denunció supuestos arreglos en tres encuentros de la última fecha de ese torneo.
Los procuradores detectaron una "organización criminal", cuyos tentáculos llegaron a los torneos estatales brasileños y al Brasileirao, y el mes pasado advirtieron que lo hallado hasta entonces podría tratarse de la "punta del iceberg".
A los futbolistas se les ofrecía entre USD 10.000 y USD 20.000 por ser amonestados o expulsados, forzar cierto número de tiros de esquina, provocar penales o garantizar marcadores.
Hasta el momento se han denunciado a 16 personas, entre futbolistas y miembros de la banda, por supuestamente haber manipulado 13 partidos de distintas categorías y competiciones brasileñas, incluidos ocho del Brasileirao de 2022.
De ser hallados culpables por la manipulación de resultados, los deportistas se exponen a una pena de hasta seis años de prisión.
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