10 miembros de la delegación de Venezuela que participará en la Copa América de fútbol, entre ellos cinco jugadores, dieron positivo por coronavirus en la primera la prueba clínica obligatoria a la que fueron sometidos al llegar a Brasil, informaron este sábado 12 de junio fuentes oficiales.
El secretario de Salud del Distrito Federal de Brasilia, Osnei Okumoto, confirmó este sábado que los resultados del PCR-RT, al que fueron sometidos los integrantes de la selección de Venezuela, arrojaron un resultado positivo para 10 personas.
Antes del viaje, el centrocampista Tomás Rincón, del Torino italiano, y uno de los jugadores más importantes del plantel 'vinotinto', presentó un "malestar físico con probable cuadro viral", aunque la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) no informó si se trataba de coronavirus.
Okumoto indicó que los 10 infectados del combinado venezolano están "aislados" en una área separada del resto del equipo en el hotel que ocupan, casi de manera exclusiva, en Brasilia y un equipo de fiscales sanitarios ya adelanta el rastreo con quienes los contagiados tuvieron contacto.
Las pruebas fueron realizadas por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y el resultado fue entregado a los responsables de la delegación la noche del viernes 11 en Brasilia, aunque Okumoto indicó que, probablemente, ellos se contagiaron en Venezuela antes de embarcar para Brasil.
Los nombres de los infectados no fueron divulgados, pero la Conmebol adelantó que, a raíz de esa situación y de otras que se puedan presentar en el resto de equipos, queda derogada la cláusula de limitar a máximo cinco cambios en la lista de inscripción de jugadores, que queda ahora abierta y sin límite durante el torneo.
Venezuela y Brasil abrirán el domingo 13 de junio, en el estadio Mané Garrincha de Brasilia por el Grupo B, la presente edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo, que recaló en el gigante sudamericano después de Colombia, por problemas de orden público, y de Argentina, por desistir debido a la pandemia.
La aceptación de acoger el torneo por parte de Brasil desató una ola de críticas al Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, por recibir la competición en medio de una situación todavía no controlada del Covid-19, que en 15 meses acumula casi 17,3 millones de casos confirmados y 485.000 muertes.
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