El Manchester City celebró este domingo 21 de mayo la conquista de su novena Premier League con un triunfo cómodo ante el Chelsea (1-0).
Un gol de Julián Álvarez en los primeros minutos fue suficiente para contentar a la afición del City, en lo que fue prácticamente un paseo, un partido homenaje a los campeones en el que el Chelsea estuvo desaparecido durante buena parte del mismo.
Álvarez, titular por delante de Haaland, aprovechó en el minuto 12 una pérdida de Wesley Fofana para hacer el único gol del partido. El central regaló la pelota a Phillips, este se la dio a Cole Palmer y el canterano dejó a Álvarez dentro del área para cruzar la pelota frente a Kepa.
Con el paso de los minutos, el partido tomó tintes de amistoso, sin nada en juego, y las ocasiones se redujeron, el ritmo empeoró y los dos equipos solo querían que pitara el árbitro; uno para recibir el título y otro para que esté más cerca el final de una campaña muy mala.
Una vez terminado el partido, la celebración de los aficionados fue conmovedora, a tal punto que miles de ellos invadieron la cancha del estadio Etihad.
La policía, junto a los servicios de seguridad, actuó rápido para sacar a los jugadores del terreno de juego y llevárselos al túnel de vestuarios y crearon un cordón policial en torno a esta zona, para evitar que los aficionados pudieran acceder a los interiores del estadio.
Tras la victoria ante el Chelsea, el City recibirá el título que le acredita como campeón de la Premier, la tercera seguida y la quinta desde la llegada de Guardiola a Manchester.
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