El futbolista ecuatoriano Mateo Ortiz fichó por el FC Honka de la primera división de Finlandia en marzo de este año, después su paso por Independiente del Valle. Su objetivo es sumar minutos, adaptarse a la cultura europea y dar el salto a una liga más competitiva.
La presión es uno de los aspectos que puede perjudicar o interrumpir la carrera de un futbolista profesional. Mateo Ortiz lo sabe. Ya lo ha sentido. Por eso quiere librarse de eso. Al menos por una temporada.
Tras su paso por Independiente del Valle, club con el cual ganó la Copa Libertadores Sub 20 (2020), la LigaPro (2021), la Copa Sudamericana (2022) y la Copa Ecuador (2022), el defensa optó por tener su primera experiencia en el extranjero.
Después de recibir varias ofertas, se inclinó por la del FC Honka de Finlandia (contrato por una temporada). Reconoce que fue una de las decisiones más difíciles que tomó en su carrera, por la lejanía con Ecuador y por una cultura completamente distinta.
Aunque admite que, junto con su representante, buscaron una liga de un país nórdico para terminar su proceso de formación, adaptarse a la cultura, sumar minutos y después pasar a un campeonato de mayor jerarquía.
Además, Ortiz, de 23 años, comenta que se decidió por el fútbol finlandés porque "no se siente tanta presión", en comparación con Sudamérica o ligas como la alemana, española, inglesa o italiana.
Y cita como ejemplo el caso de su amigo y excompañero de equipo, Willian Pacho, que primero arribó al Royal Antwerp de Bélgica en 2022 y en marzo de este año fue traspasado al Eintracht Frankfurt alemán.
"Acá llego sin presión. A veces eso (la presión) es lo que no te deja progresar. Quiero hacer las cosas con calma, pero sabiendo que tengo que mostrar un buen nivel".
"No tengo la presión de que tengo que jugar sí o sí. Al mismo tiempo me preparo con el idioma, la cultura y el horario".
Mateo Ortiz, futbolista del FC Honka de Finlandia.
Ortiz ya lleva un mes y medio viviendo en Helsinki, la capital finlandesa. Paralelamente a los entrenamientos, está en un curso de inglés. Lo que más le entusiasma es aprender palabras que le puedan ayudar dentro de la cancha.
Y comenta que su compañero colombiano Aldayr Hernández ha sido una pieza clave para su adaptación y distracción fuera de los entrenamientos. Ambos viven cerca y se juntan durante la semana.
El otro latino que integra el primer equipo es el brasileño Lucas Kaufmann, aunque con él no frecuenta tanto. "Vive más lejos".
Después de una pretemporada en España y varios amistosos en distintas ciudades de Finlandia, Mateo Ortiz debutó el miércoles 5 de abril en la Fecha 1 de la Veikkausliiga. Entró a los 75 minutos y su equipo perdió 2-0.
El ecuatoriano cuenta que Finlandia es un país con poca cultura futbolera. El deporte más popular es el hockey. De todas formas, los clubes quieren crecer y potenciar la liga.
"La gente no es tan apasionada. Es una hinchada suave. Pero hay muy buenos jugadores. Es un país que quiere crecer futbolísticamente".
Mateo Ortiz (d) salta durante un partido en la liga de Finlandia, el 5 de abril de 2023. Cortesía Mateo Ortiz
Un sacrificio que tiene su recompensa
Para Mateo Ortiz fue una decisión "muy compleja" dejar Independiente del Valle y salir a Europa. Sobre todo por el hecho de alejarse de su madre, su tía y sus hermanos.
"Este, además de haber salido de mi casa muy joven, es el sacrificio más importante de mi carrera. Me he perdido de muchas cosas con mi familia, como cumpleaños, graduaciones y sobre todo el crecimiento de mis hermanos".
Mateo Ortiz junto a sus hermanos y a su madre en Guayaquil. Cortesía Mateo Ortiz
Pero al mismo tiempo admite que son sacrificios que, al igual que muchos jugadores alrededor del mundo, los hace por cumplir sueños y por el bienestar de su familia.
Su madre perdió su trabajo hace seis años y Mateo asumió la responsabilidad de ayudarla económicamente. También paga el colegio de sus hermanos.
"Eso me ha hecho madurar. En lo personal también me ha ayudado. Yo soy su orgullo y mi mayor deseo es ver a mis hermanos graduados y a mi hermana haciendo un doctorado".
Un barrio futbolero
Mateo Ortiz nació y creció en Guayaquil. Jugaba fútbol todos los días en su barrio. Desde muy pequeño compartía la cancha con Jhon Jairo Espinosa y Gonzalo Plata, entre otros jugadores que llegaron a primera.
Recuerda que su tía fue quien le llevó a sus primeros entrenamientos con el Rocafuerte y lo apoyaba de manera constante.
Si bien su situación económica nunca fue crítica, cuenta que a veces no tenía dinero para pagarse el bus e ir a las prácticas. Pero el entrenador Oswaldo Rodríguez le regalaba USD 1 o USD 2. "Me decía que si faltaba a los entrenamientos no me podía convocar para los partidos".
Mateo Ortiz besa el trofeo de la Copa Sudamericana en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. Cortesía Mateo Ortiz
A los 16 años, Ortiz pasó a Emelec tras una alianza con Rocafuerte. Allí disputó su primer torneo Sub 16 y en 2017 fue fichado por IDV, en donde firmó su primer contrato profesional.
Debutó en 2019 y fue parte de una generación dorada. Compartió un "vestuario soñador" con jugadores como Moisés Caicedo, Piero Hincapié, Willian Pacho, Marco Angulo y José Hurtado.
Con Independiente vivió los momentos más felices en lo que va de su corta carrera. En 2023, el jugador no entraba en los planes del club y por eso salió al exterior.
Aunque Ortiz tiene una cuenta pendiente con los 'rayados': ganar la Copa Libertadores. "Sé que en un futuro lo va a conseguir y quisiera ser parte de ese equipo".
Abrirse camino en Europa
Ortiz se ilusiona por su llegada a Europa. Sabe que no es fácil. Y que debe explotar al máximo la oportunidad.
Está confiado y motivado por ver a amigos como Hincapié, Caicedo y Pacho en las ligas más importantes del continente. Y él no se achica: "Yo sé que puedo llegar a ese nivel".
Por ahora quiere entrenarse al más alto nivel y espera que el fútbol finlandés lo potencie y le sirva de catapulta para ser traspasado a otro país.
Pero no quiere dejar de lado la preparación psicológica, a la que considera vital en el camino de un futbolista, sobre todo a su edad.
"Es muy complicado manejar la cabeza en el fútbol, sobre todo cuando te va mal. La gente te critica. No te sale nada. Y estás lejos de tu familia. Sé que va a haber caídas y por eso quiero prepararme para eso".
Mateo Ortiz sueña con jugar la Champions o la Europa League. Son dos torneos que le apasionan. Por ahora los mira por televisión. Pero está convencido de que la vida le regalará esa chance.
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