La estrella argentina recibió un homenaje de la afición del Inter Miami por su recién conquistado octavo Balón de Oro, en una celebración que tuvo como nota negativa la derrota por 1-2 en un amistoso contra el New York City FC.
Justo antes del encuentro, Lionel Messi salió al campo con las gradas a oscuras, iluminadas solamente por los celulares de los aficionados en pie, y caminó por una alfombra hasta el centro con su Balón de Oro en las manos.
"Messi, Messi, Messi", le gritó la hinchada del Inter Miami, que casi volvió a llenar el estadio DRV PNK, a pesar de que la temporada ya terminó para el equipo floridano.
"Gracias por estar acá, por este lindo homenaje. Para mí es algo muy hermoso poder compartirlo con ustedes", dijo el capitán.
"No tenía duda de que lo íbamos a pasar bien, de que íbamos a disfrutar y hoy en día tengo aún menos dudas de que el año que viene va a ser mucho mejor", agregó.
La fiesta para Messi, al que su presidente Jorge Mas presentó como "el mejor jugador que jamás vivió", no terminó con el broche de oro de una victoria.
Al New York City FC le bastó con aprovechar un par de ocasiones ante un Inter Miami que disputó un partido bastante gris, falto de intensidad, propio de un equipo que ya terminó su temporada.
Pese a todo, Messi, el ídolo celebrado, levantó a la afición de sus asientos y peleó hasta el final para evitar la derrota, aunque estuvo menos acertado que en otras ocasiones.
El amistoso frente al New York City fue el primero del Inter Miami de cara a la próxima temporada después de que se cancelara una gira prevista por China.
Messi tiene dos compromisos importantes con la selección argentina en las próximas semanas, los encuentros contra Uruguay y Brasil de las Eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026.
