El Sao Paulo se adjudicó la Supercopa de Brasil tras imponerse al Palmeiras en la tanda de penales (4-2) en la final disputada en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
El Sao Paulo, que disputó su primera Supercopa tras haber conquistado en septiembre la Copa de Brasil por primera vez, se valió de dos atajadas del portero Rafael en la tanda de penaltis para sumar el inédito título en su extenso palmarés.
En el que fue apenas el quinto partido oficial para los dos equipos esta temporada (jugaron cuatro partidos del Campeonato Paulista), los dos conjuntos mostraron la habitual falta de ritmo de cada inicio de año, aunque fue el Palmeiras quien dispuso de las mejores oportunidades.
Sin Endrick, su joven jugador estrella, quien está disputando el Preolímpico con la selección brasileña, ni Dudu, su jugador más técnico que está lesionado, el Palmeiras fue más incisivo en la primera mitad.
De la mano de su nuevo técnico, el joven Thiago Carpini, elegido de urgencia tras el repentino adiós de Dorival Junior para dirigir la selección brasileña, el Sao Paulo mantuvo el mismo estilo de juego de mantener la posesión, ante un rival más directo y al que logró controlar sin demasiados apuros.
Tras el 0-0 final, la Supercopa de Brasil se decidió en los penaltis, donde el Sao Paulo estuvo más acertado y marcó sus cuatro lanzamientos: Calleri, Galoppo, Pablo Maia y Michel Araújo lograron superar al internacional Weverton.
En el Palmeiras, pese a que Raphael Veiga y Gabriel Menino marcaron en los dos primeros lanzamientos, dos errores consecutivos de Murilo y Píquerez le dieron el título al rival ciudadano.
Por su parte, el ecuatoriano Robert Arboleda fue titular y jugó todo el partido. Este es el tercer título para el defensa con el Sao Paulo, los anteriores fueron la Copa de Brasil en 2023 y el Campeonato Paulista en 2021.
