Udinese identificó este lunes 22 de enero al primero de los racistas que gritaron e insultaron al francés Mike Maignan, arquero del Milan, y provocaron que el partido se suspendiera durante varios minutos.
"En un esfuerzo conjunto con las autoridades policiales locales y utilizando las cámaras de seguridad del estadio, Udinese identificó al primer individuo responsable de comportamiento discriminatorio hacia el jugador Mike Maignan", explicó en un comunicado el club.
Tal y como adelantó el directo general del equipo, el italiano Franco Collavino, el individuo será expulsado de por vida del estadio.
"Esta persona se enfrentará a una prohibición de por vida de asistir a cualquier partido del Udinese. Esta prohibición es efectiva inmediatamente", añadió.
El club continúa trabajando con las autoridades policiales para identificar al resto de culpables.
La sanción policial, conocida en Italia como un Daspo (prohibición de acceso a acontecimientos deportivos), podría ser temporal, por lo que el Udinese ha decidido que los actos tengan consecuencias indefinidas, independientemente del castigo de las autoridades.
"Un Daspo tiene una duración limitada, pero el club puede decidir excluir a un aficionado de un estadio durante más tiempo. Trabajaremos para excluirlos del estadio de por vida", declaró Collavino en el programa televisivo 'Rai Minuto 90'.
El mandatario aseguró que fue un incidente aislado en el que solo participaron tres individuos. La Policía trabaja desde el sábado con ayuda del club para encontrar al resto de los culpables.
Por su parte, Maignan publicó un contundente comunicado este domingo y tachó como cómplices a todas las autoridades que no hicieran nada al respecto.
Durante el encuentro, el arquero avisó al árbitro durante la primera hora en varias ocasiones de estar recibiendo insultos racistas, hasta que se hartó de la situación.
Maignan se fue al vestuario y el resto de sus compañeros le siguieron dentro. Por la megafonía del estadio se pidió que cesaran los coros.
Cuatro minutos después, a los 38', con 0-1 en el marcador en favor de los 'rossoneri' y algunos de los jugadores de Udinese pidiendo explicaciones a su propia afición, Maignan y el resto de jugadores del Milan volvieron al campo y el juez central reanudó el encuentro.
El árbitro avisó de que, en caso de nuevos insultos racistas, el partido sería suspendido definitivamente.
Desde que sucedieran los hechos, Italia se volcó con mensajes de apoyo al arquero y de condena a lo sucedido.
Tras lo sucedido, Maignan ha recibido el apoyo público de la Federación Italiana de Fútbol, de la Serie A, del Gobierno italiano, de varios jugadores y del Udinese, que también condenó los hechos en un comunicado.
Además, la FIFA, a través de su presidente, Gianni Infantino, propone la derrota automática para el equipo cuyos hinchas cometan actos racistas y provocando el abandono de la cancha.
