A siete años del terremoto que afectó a Manabí y Esmeraldas, el poblado de Muisne teme por la posible llegada del Fenómeno de El Niño.
La población de Muisne, una de las localidades de la provincia de Esmeraldas que no logró recuperarse del todo del terremoto de 2016, ahora ve con preocupación la posible llegada del fenómeno de El Niño.
A pesar de que, en su momento, técnicos recomendaron la reubicación de moradores debido a la vulnerabilidad del terreno a fenómenos naturales, este fue un proceso que no se concretó.
Muisne está rodeado por varios ríos y una entrada al mar. El fin de semana pasado hubo un aguaje que dejó a 140 personas afectadas.
Apenas un mes atrás, el Matambal, uno de los ríos, se desbordó y afectó varias viviendas. Y eso que el fenómeno de El Niño todavía no ha iniciado.
La alcaldesa del cantón, Yuri Colorado Márquez, se reunió este 6 de septiembre con autoridades del Gobierno en Quito. "A las puertas del fenómeno de El Niño, Muisne se encuentra en indefensión", dijo a PRIMICIAS.
La funcionaria pidió recursos para la construcción de muros para proteger a unas 25.000 personas, algo que requiere de una inversión de USD 9 millones.
Según estudios preliminares del Municipio, uno de los muros se debería construir en el sector de Bunche, y otro en cabo San Francisco.
"En el cabo San Francisco se fue el puente completamente en la emergencia anterior, hemos tenido 14 hundimientos y socavones; se fue la vía de Chamanga, de Galera; solo se ha podido rehabilitar el tránsito de forma provisional", anotó.
Colorado aseguró que se adelanta un estudio con la Secretaría de Gestión de Riesgos para identificar a casas situadas "en lugares extremadamente vulnerables, y donde los proyectos de mitigación no funcionen".
Sin embargo, reconoció que están contra el tiempo para relocalizaciones, a las que la gente no accede fácilmente. "En el 2016, Muisne también fue víctima del terremoto y aún tenemos personas viviendo en carpas", dijo la Alcaldesa.
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