La colisión del caza ruso contra un dron fue calificado por Estados Unidos como un hecho 'imprudente', y que sigue a una serie de acciones peligrosas de los pilotos de Rusia.
Un avión caza de Rusia se chocó este 14 de marzo contra la hélice de un avión militar estadounidense de vigilancia no tripulado Reaper, provocando su caída al mar Negro.
El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, declaró que, aunque ha habido otras colisiones de este tipo, esta era digna de mención por ser "insegura y poco profesional".
Además, el ejército de Estados Unidos calificó lo ocurrido como un incidente imprudente.
En Bruselas, el jefe militar de la OTAN, el general Christopher Cavoli, informó a los aliados sobre la colisión.
El hecho ocurrió mientras las tropas rusas avanzaban en oleadas a lo largo de la línea del frente en el este de Ucrania.
También sucede mientras el presidente Vladímir Putin reafirma su opinión de que la propia existencia de Rusia como Estado está en juego en la guerra.
Según el comunicado de Estados Unidos, lo sucedido sigue una tendencia de "acciones peligrosas" emprendidas por pilotos rusos cuando interactúan con aparatos estadounidenses o de sus aliados en el espacio aéreo internacional.
Este comportamiento "podría llevar a un error y a una escalada de la guerra no intencionada".
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