La última actividad de Benedicto XVI, antes de su muerte, fue una misa en su habitación en la residencia del Vaticano. El funeral del papa emérito será el 5 de enero de 2023.
Agobiado por problemas respiratorios y dolencias propias de la edad, Benedicto XVI murió este 31 de diciembre en el Vaticano, a los 95 años.
"Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano", confirmó la nota oficial del Vaticano, en seis idiomas.
La última actividad del papa emérito fue una misa al interior de su habitación, en el convento Mater Ecclesiae.
Fue en las festividades de Navidad de 2022 cuando la salud del papa empeoró e incluso había pedido no ser llevado al hospital Gemelli de Roma, donde suelen acudir los Papas.
Benedicto XVI, cuyo nombre secular era Joseph Ratzinger, nació en Baviera (Alemania) en 1927, y se convirtió en Sumo Pontífice en 2005, como sucesor de Juan Pablo II.
Tras cerca de ocho años de pontificado, presentó su renuncia en febrero de 2013, una decisión con escasísimos precedentes en los 2.000 años de historia de la Iglesia Católica.
Funeral solemne, pero sobrio
Aun en el Vaticano, hay todo un misterio en torno al protocolo y funeral de Benedicto XVI, pues se trata de la primera vez que muere un papa emérito.
Según avanzó el portavoz vaticano, Matteo Bruni, Benedicto XVI dejó como última voluntad que su funeral fuera "lo más sencillo posible. Solemne, pero sobrio".
No quiso detallar si se tratará de un funeral de Estado en el que se invitarán a las autoridades de todos los países.
La capilla ardiente de Benedicto XVI se abrirá el 2 de enero de 2022 en la basílica de San Pedro del Vaticano, al igual que con el resto de pontífices.
Y el cuerpo permanecerá para un último adiós de los fieles hasta el 4 de enero.
Sin embargo, no se conoce si el papa Benedicto será embalsamado como sucedió con algunos de sus predecesores.
También será la primera ocasión en que un pontífice presida el funeral de su inmediato predecesor. Se conoce que Francisco celebrará la misa del funeral oficial del papa emérito, que será el próximo 5 de enero.
"En realidad soy más un profesor"
Desde hace nueve años, Benedicto XVI vivía en el monasterio del Vaticano, y este sábado cuando murió estaba rodeado por su familia, su secretario, un médico y un enfermero.
Durante años, mucho antes de convertirse en Benedicto XVI, Ratzinger fue un habitante más de Roma, adentrándose cotidianamente en la cara sacra y profana de la ciudad.
Este teólogo alemán fue elegido pontífice en 2005, pero sus huellas en la ciudad se pierden en el tiempo, desde el comienzo del Concilio Vaticano II en 1962 hasta su coronación como cardenal en 1977.
También tuvo dos décadas como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Postales en la plaza San Pedro, en el Vaticano, que muestran al papa Francisco y a Benedicto XVI, el 28 de diciembre de 2022. EFE
Fue un hombre que produjo más de 60 libros entre 1963, cuando era sacerdote, y 2013, cuando renunció.
"En realidad soy más un profesor, una persona que reflexiona y medita sobre cuestiones espirituales", dijo Benedicto después de su renuncia.
Además, tocaba el piano y tenía preferencia por Mozart y Bach. Pero desaprobaba el rock and roll y una vez llamó a la música popular un "culto a la banalidad".
En la "Taberna Tirolesa", a dos pasos del Vaticano, nunca olvidaron a Ratzinger como su cliente estrella, que acudía en su época de cardenal para degustar los platos de su tierra.
Lo recuerdan como un cliente "reservado y silencioso", como buen alemán, pero que "daba la impresión de ser una persona dulce".
En febrero de 2022, Ratzinger tuvo uno de sus momentos más duros, cuando pidió perdón a las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes.
"Siento profunda vergüenza y dolor", dijo en esa fecha, pero negó haber encubierto a los curas pederastas, como se lo acusó en un informe independiente de la arquidiócesis de Múnich.
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