Los dos hombres quedaron formalmente procesados por tráfico de drogas y producción de explosivos. Ambos fueron detenidos el lunes con material explosivo y drogas, al interior de un domicilio en el sector del Fortín, noroeste de Guayaquil.
Dos sujetos quedaron procesados tras su detención en un operativo, la tarde del lunes 15 de agosto de 2022, en el sector de Nueva Prosperina, noroeste de Guayaquil.
Se trata de los hombres en cuyo poder, las autoridades encontraron material explosivo y drogas. Lo incautado estaba en el interior de un domicilio de la zona.
En la audiencia de flagrancia, el fiscal Rubén Pérez presentó como elementos de convicción el parte de aprehensión, las versiones de los agentes investigadores, el material explosivo y la droga incautada en la vivienda, entre otros elementos.
Tras analizar las pruebas, la jueza de Garantías Penales, Mónica Caicedo, dictó prisión preventiva para Steven Jesús S. B. y Luis Eduardo M. L.
Además, giró las respectivas boletas de encarcelamiento contra los procesados, quienes fueron trasladados a la Penitenciaría del Litoral, para cumplir con la medida.
El ECU 911 recibió la alerta de lo que ocurría en Nueva Prosperina, específicamente en el sector de El Fortín (bloque 2).
Las autoridades encontraron en el sitio una camioneta reportada como robada. El dueño del vehículo apareció sin vida la noche anterior, a la altura del 'Canal de la Muerte, en el noreste de la ciudad.
Según el fiscal Olmedo Vélez Fuentes, los dos sujetos intentaron huir ante la presencia policial.
Dentro del domicilio de los ahora procesados había dos tanques de gas vacíos, recortados y cargados con explosivos y sus respectivos detonantes.
Uno de los tanques tenía en su interior 84 cartuchos de dinamita y 19 libras de nitrato de amonio. El otro contenía 88 cartuchos de dinamita adosados con 20 cápsulas detonantes no eléctricos y 20 fragmentos de mecha de seguridad de 30 centímetros de longitud.
Además, cada tanque tenía tres envases plásticos de gasolina y fragmentos de varillas de ocho milímetros.
Según la Policía especializada, si se activaban estos artefactos explosivos, habrían ocasionado una destrucción de hasta 80 metros a la redonda, de forma inmediata.
En el domicilio de la Nueva Prosperina también se incautaron 325 gramos de cocaína y 49 gramos de marihuana, cuatro canecas de gasolina y un arma de fuego, tipo cartuchera.
El tráfico de drogas y la producción y distribución de explosivos contemplan penas de cinco a siete años, y de siete a 10 años de prisión, respectivamente.
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