Diez personas murieron y otras 10 han resultado heridas en el tiroteo que se produjo la madrugada del 22 de enero, en un estudio de baile de Monterey Park, cerca de Los Ángeles (Estados Unidos).
Un nuevo tiroteo masivo estremece a Estados Unidos, y esta vez ocurrió en una localidad de Los Ángeles, llamada Monterey Park.
El hecho fue en la madrugada del domingo en un salón de baile, donde se reportan 10 muertos y otros 10 heridos que fueron trasladados a hospitales de la zona.
Según el balance ofrecido por el capitán Andrew Meyer, de la policía de Los Ángeles, el tiroteo fue realizado por un hombre que aún no ha sido detenido.
La policía tampoco conoce el motivo y ni tiene descripción alguna del sospechoso.
"Cuando los oficiales llegaron al lugar, vieron que había muchas personas saliendo de allí y gritando", dijo Meyer, citado por el diario Los Angeles Times.
El dueño de un restaurante de la zona donde se produjo el tiroteo dijo a Los Angeles Times que tres personas entraron corriendo a su establecimiento. Le pidieron que cerrara la puerta con llave porque en la calle había un hombre con una pistola semiautomática.
Según este testigo, las personas que entraron en su local dijeron que el tirador tenía varias rondas de municiones y que una vez que se le acabaron recargó la pistola.
Los sucesos se produjeron en una zona donde horas antes miles de personas habían celebrado la entrada del Año Nuevo chino.
Por ello, la Policía no descarta que se trataría de un crimen de odio, porque además el 65,5% de los residentes de Monterey Park son de origen asiático.
Tras conocer el hecho, el presidente estadounidense Joe Biden pidió apoyo total para las investigaciones que lleva adelante el FBI.
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