Dos semanas antes de la masacre en Ciudad Celeste ya hubo un intento en otra ciudadela de La Puntilla

La masacre de cuatro personas ocurrida el 15 de febrero de 2025 en una de las etapas de la urbanización Ciudad Celeste, en La Puntilla, tuvo dos semanas antes un conato de incidente que fue evitado por los guardias privados de una zona residencial.

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Así lo reveló el alcalde de Samborondón, Juan José Yúnez, al analizar el sangriento hecho suscitado el fin de semana cuando un grupo de sicarios vestidos con ropa militar ingresaron violentamente en dos vehículos a la urbanización y asesinaron a cuatro personas.

Entre ellas, un expolicía y otros dos ecuatorianos que registraban antecedentes penales, además de un ciudadano de origen ghanés. Todos murieron víctimas de balas provenientes de fusiles, mientras se cree que una quinta persona que ocupaba la vivienda atacada logró huir con heridas.

“Hay un UPC al lado de la ciudadela donde se registró el hecho el sábado 15 de febrero, ese UPC lo construimos nosotros, el terreno lo dimos nosotros. Hemos construido cuatro de los cinco UPC y a los cinco les damos mantenimiento”, afirmó el alcalde Yúnez, al recalcar que la competencia de la seguridad en el cantón le corresponde al Estado.

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Incluso, aseguró, un par de semanas antes de la masacre de Ciudad Celeste hubo un intento en una ciudadela. “Los guardias no permitieron el ingreso y los señores se fueron, ahora ya se concretó”, contó el funcionario, al comentar que se encuentran bastante preocupados por la seguridad.

Samborondón forma parte de la Zona 8 de la Policía Nacional, que comprende también a Guayaquil y Durán. Esta zona registró el año pasado 2.428 homicidios. De esta cantidad, Samborondón es uno de los distritos que más elevaron sus muertes violentas, con el 59%, pues los crímenes pasaron de 37 en 2023 a 59 en 2024.

En lo que va 2025, la Zona 8 registra unos 400 homicidios y registra un aumento del 64% frente al mismo periodo de 2024, en que se reportaron 244 crímenes entre el 1 de enero y el 18 de febrero.

“Esto solo se pone peor en el país y hablo como ciudadano, queremos ver resultados, que las personas sean detenidas, judicializadas y que tengan sentencia y no salgan”.

Juan José Yúnez, alcalde de Samborondón

El alcalde al mencionó que el municipio ha puesto cámaras de seguridad en el sector, han entregado alarmas comunitarias en diferentes barrios y han hecho posible la interconexión entre garitas para dar aviso en casos de emergencia.

Casi todas las garitas, de las más de 130 urbanizaciones de La Puntilla, tienen guardias privados que cuentan con armas para neutralizar posibles ataques.

Sin embargo, la presencia policial es insuficiente. Todo el cantón, con más de 100.000 habitantes, cuenta con 100 policías, distribuidos para los tres turnos de vigilancia, y muchos de ellos -recalca Yúnez- están asignados a tareas de custodia a personas que se encuentran con arresto domiciliario.

“Hago un llamado a la colectividad para que sepan a quien se alquila las casas, era una casa alquilada (donde ocurrió la masacre). Ya eso está pasando en muchas ciudadelas, no se puede alquilar una casa a cualquier persona porque no sabe en qué actividad está esa persona, pedir al arrendatario información básica, récord policial, la seguridad depende de todos”, enfatizó el alcalde.

Siguen los intentos

Ya desde el 28 de junio de 2024, las autoridades locales y dirigentes barriales de Samborondón se reunieron en una asamblea ciudadana para pedir el incremento de la presencia policial y mejorar los tiempos de reacción en este cantón de la provincia de Guayas.

En un manifiesto de ocho puntos, la denominada Asamblea Ciudadana por la Seguridad consideró que la falta de personal de la Fuerza Pública "ha sido determinante para que los delincuentes cometan sus ilícitos", por lo que requirieron al Gobierno que incremente el número de uniformados.

Ocurrió seis días después de que sicarios ingresaran armados con fusiles y pistolas para acribillar a un hombre en su vivienda, en la cooperativa Antonio Hanna, hecho violento que generó conmoción en este cantón.

Sin embargo, la violencia no ha cesado en la Zona 8, pese a que la Policía ha intervenido en sectores considerados críticos.