Cunchibamba: seis meses sin agua y una protesta que paralizó la Panamericana Norte, en Ambato

La crisis hídrica en Cunchibamba, una parroquia al norte de Ambato, ha alcanzado un punto de quiebre. Este viernes 15 de noviembre, desde el mediodía, los habitantes tomaron una medida desesperada: bloquearon la Panamericana Norte que conecta Ambato con Salcedo en Cotopaxi.

Encabezados por líderes de la Junta Parroquial, clamaron por una solución urgente a un problema que los ha aquejado durante seis meses. La parroquia, con una población de alrededor de 10 mil personas, enfrenta la falta absoluta de agua potable.

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Sin agua en sus hogares ni la asistencia diaria de tanqueros de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapa), algunos incluso han recurrido a potabilizar agua de riego, una alternativa precaria y peligrosa para su salud.

Exigen soluciones 

“La población de Cunchibamba no tiene agua desde hace seis meses. Es inaudito porque contamos con dos tanques de almacenamiento. Hemos tenido varias reuniones con Emapa, y se comprometieron a resolver el problema esta mañana (viernes 15 de noviembre), pero brillan por su ausencia”, denunció Omar Castro, vecino afectado.

Juan Carrasco, otro habitante, expresó con indignación: “Tuvimos que salir a la calle para que nos hagan caso. Queremos que la alcaldesa nos atienda y ponga en marcha los proyectos alternativos como Quillán-Alemania. Necesitamos soluciones inmediatas”.

Querían a la alcaldesa

La protesta mantuvo cerrada la carretera que conecta Tungurahua con Cotopaxi hasta las 14:00, interrumpiendo el tráfico hacia el resto del país. 

Ni la mediación del concejal Alex Valladares ni las palabras del coronel Fabricio Silva lograron disuadir a los manifestantes. “Queremos que la alcaldesa venga y nos dé una solución definitiva”, insistían.

Gabriela Telenchana, presidenta de la Junta Parroquial, señaló que los reclamos se han extendido durante meses sin respuestas claras.

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“Estamos desesperados. Los más afectados son los que viven cerca del centro urbano. Cerramos la Panamericana porque es la única forma de que nos escuchen. Mientras tanto, Emapa sigue cobrando las planillas cada mes, aunque no recibamos ni una gota de agua”, afirmó con frustración.

Byron Pinto, gerente de Emapa, había prometido que la estación de bombeo San Vicente estaría operativa desde el 5 de noviembre. Sin embargo, los habitantes aseguran que hasta ahora solo han recibido "promesas vacías".

Por su parte, Emapa informó que han implementado un plan de contingencia con tanques reservorios comunitarios para los sectores más críticos.

Sin embargo, también alegaron que el estiaje y los cortes de energía han limitado la capacidad para distribuir agua de manera normal.