El jugador francés también está afectado por un proceso gripal que ha contagiado a varios de sus compañeros de la selección antes de la final del Mundial de Qatar contra Argentina.
Kingsley Coman empezó a sentir síntomas la noche del martes 13 de diciembre, por lo que frente a Marruecos no saltó al terreno de juego como venía siendo habitual en sustitución de Ousmane Dembelé, que dejó su puesto en el campo a Marcus Thuram.
El extremo del Bayern Múnich no estuvo con el resto de sus compañeros durante la comida y tampoco participó en la ligera sesión de recuperación posterior al partido.
El proceso gripal, nombrado como el 'virus del camello' y que los servicios médicos de la selección francesa achacan a la bajada de las temperaturas en Catar y al aire acondicionado, afectó con anterioridad a Adrien Rabiot y Dayot Upamecano.
El primero no estuvo ni en el banquillo de los reservas en la semifinal contra Marruecos y el segundo, que ya tenía el alta médica, no saltó al terreno de juego por las secuelas de la enfermedad, según reconoció el seleccionador, Didier Deschamps.
Upamecano, que fue reemplazado por Ibrahima Konaté, participó con normalidad este jueves en el ligero entrenamiento del día, al que faltaron Coman y Rabiot, que tiene una evolución positiva y tocó balón por vez primera en tres días.
Por su parte, los atacantes Olivier Giroud, Kylian Mbappé y Antoine Griezmann se pusieron en manos del cuerpo médico para sanar contusiones que sufrieron durante el partido contra Marruecos, que no ponen en peligro su presencia en la final.
Lo mismo que Theo Hernandez, autor del primer gol francés en la semifinal y víctima de un duro golpe en la rodilla izquierda que es fruto de un seguimiento especial pero que no parece que le vaya a impedir jugar contra Argentina.
