En agosto, Ecuador rompió récord de incautación de armas ilícitas

La crisis de seguridad que vive Ecuador tiene distintas dimensiones. Una de ellas está relacionada con la mayor circulación y uso de armas de fuego ilícitas para los crímenes.

En 2022, el país bordea las 3.000 muertes violentas. El 50% de estos delitos se han cometido con armas de fuego y están vinculadas, en su mayoría, con el crimen organizado y el narcotráfico.

El mayor uso de armas de fuego se evidencia, también, en las cifras de decomiso de armas. Solo en agosto de 2022, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas (FF. AA) han incautado 934 armas.

Esta cifra es un récord en el registro que lleva el país desde 2016. El número significa un aumento del 17% con relación al mismo período de 2021, del 59% respecto a 2020 y del 62% con relación a 2019.

Según el promedio mensual de decomisos de armas, en 2022 el país cerrará con unas 9.113 armas incautadas. Lo que significará también un incremento del 17% respecto a las 7.786 decomisadas en 2021.

La provincia con más decomisos de armas en 2022 es Guayas: solo en Guayaquil se han incautado 1.483. Luego, siguen las provincias de Los Ríos, Esmeraldas, Pichincha y Manabí.

Menos control por el sur

La proliferación del narcotráfico en Ecuador ha puesto al país en el mapa de otros delitos conexos. Uno de estos es el tráfico ilegal de armas.

Fuentes policiales explicaron a PRIMICIAS que en el país están circulando dos tipos de armas de fuego:

• Las armas artesanales, que son utilizadas en crímenes menores y comunes como los robos urbanos.
• Armamento más sofisticado como armas largas (ametralladoras y fusiles) usado por grupos del narcotráfico.

Las armas del mercado ilegal en el país vienen desde el sur de América Latina, específicamente Chile y Perú, pero la ruta iniciaría en otro país.

Desde el Gobierno de Guillermo Lasso relacionan este fenómeno con un debilitamiento del control militar en la frontera sur.

Según Diego Ordóñez, secretario de Seguridad Pública, en esa zona operaron durante décadas varios destacamentos militares a lo largo de la línea de frontera.

Pero, al final de la administración del gobierno de Rafael Correa, se eliminaron esas dependencias militares y se adjudicaron esas tierras a moradores de la zona.

Ahora, el reforzamiento de la línea de frontera, tanto al norte como al sur, es parte de la Estrategia por la Seguridad y la Paz que impulsa el Gobierno y para la que se requieren USD 5.000 millones.

El Estado ecuatoriano reforzará el sistema de control fronterizo con equipos tecnológicos. En la compra se cuenta con el respaldo del Gobierno de Israel que servirá de intermediario con las empresas de ese país especializadas en seguridad.

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