La educación genera capacidades tanto en términos de libertad como de oportunidades y de productividad. Provee conocimientos y destrezas, generando competencia para llevar adelante el proyecto de vida de una persona y de la sociedad de la cual es parte.
Ahora bien, en resultados concretos para el Ecuador antes la pregunta de: ¿un mayor nivel educativo se relaciona con la probabilidad de tener un empleo? La respuesta es sí.
El 85% de las personas con posgrado tienen un empleo en comparación con las personas sin ningún nivel educativo, donde este porcentaje es de apenas el 47,9%.
Existen además niveles críticos. Terminar el bachillerato y acceder a la educación superior, permite saltos importantes en cuanto a la posibilidad de tener un empleo, así como de la calidad de este en términos de formalidad, que sea adecuado (jornada completa y salario igual o mayor al básico) y del nivel ingreso.
¿Dónde priorizar inversiones? En la educación, y no hay duda que se debe empezar por el desarrollo infantil integral, y de ahí poner los esfuerzos para fomentar los logros educativos.
Esto requiere inversiones públicas que cubran las necesidades de adolescentes y sus familias, para fomentar que culminen el bachillerato, y no lo abandonen por necesidad de trabajar o imposibilidad de cubrir costos asociados de transporte y materiales, entre otros.
Así mismo, demanda mayor financiamiento a universidad públicas y cofinanciadas (para becas) para incrementar cupos y aumentar calidad, pero también cubrir costos de manutención, equipos y materiales necesarios para el proceso educativo.
Finalmente, se requiere la vinculación de los perfiles de egreso de bachillerato, bachillerato técnico, formación técnica y tecnológica y de grado y posgrado, con las necesidades del aparato productivo, para asegurar empleo y potenciar inversiones y productividad.
Invertir en educación brinda el mejor retorno tanto a la persona como a la sociedad en su conjunto, por eso debe ser una prioridad pública al ser en centro para mejorar las capacidades individuales y sociales, mejorar calidad de vida, aumentar la productividad.
Además, porque desde la política pública se debe asegurar que ninguna persona sea excluida o discriminada por ningún motivo. Que la educación sea un derecho y no un privilegio.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.
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