Ucrania propina un fuerte golpe a Rusia en el Mar Negro
Tras un osado ataque de Ucrania con misiles que afectaron a la sede de la flota de Rusia en el mar Negro, el tráfico marino fue suspendido en esa zona.
Autoridades rusas sofocan los fuegos causados por misiles de Ucrania en Sebastopol.
EFE
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La guerra entre Ucrania y Rusia toma nuevos matices. El ejército ucraniano está incrementado la presión en el frente sur, especialmente en la región de Zaporiyia, y en la anexionada península de Crimea, a la espera de la llegada de la primera partida de tanques estadounidenses Abrams.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, volvió de su gira por Estados Unidos y Canadá, donde recibió dos paquetes de asistencia militar por valor de más de USD 800 millones e instructores canadienses para los cazas F-16.
Mientras tanto, el ejército ucraniano no pierde de vista a Crimea, escenario de ataques casi diarios las últimas semanas, cada cual más osados.
Las autoridades del puerto de Sebastopol, sede de la Flota de Rusia del Mar Negro, tuvieron que suspender este 23 de septiembre el tráfico marítimo debido a la amenaza de los misiles ucranianos, uno de cuyos fragmentos cayó cerca de uno de los muelles del norte de la ciudad.
El puerto ya fue, el 22 de septiembre, objeto de un ataque ucraniano con misiles contra el cuartel general del Estado Mayor de la Flota del Mar Negro, cuyo edificio resultó dañado.
Según el jefe de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Kirilo Budánov, en esta osada operación murieron al menos nueve personas y otras 16 resultaron heridas, entre los que figurarían dos generales, incluido Aleksandr Romanchuk, comandante de las fuerzas rusas en Zaporiyia, que estaría "muy grave".
La portavoz del Mando Sur del ejército ucraniano, Natalia Gumeniuk, advirtió a Moscú de que "objetivos como ese hay muchos".
"Habrá más y más sorpresas para ellos. Y no tienen ningún antídoto contra ello", afirmó.
El ataque a Sebastopol es de alto grado simbólico, pues se trata de un puerto histórico, base principal de la flota rusa del Mar Negro desde el siglo XIX. Desde ese lugar se coordinan los ataques rusos en contra de Ucrania.
La respuesta de Rusia
Mientras tanto, Rusia anunció haber asestado un duro golpe a la retaguardia ucraniana en las regiones sureñas de Jersón y Zaporiyia, donde Kiev ha centrado su actual contraofensiva.
"Como resultado de los ataques hemos causado un considerable daño al sistema de abastecimiento de la agrupación de tropas del Ejército ucraniano en Jersón y Zaporiyia", aseguró el general Ígor Konashénkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso.
Los objetivos destruidos incluirían instalaciones de reparación de blindados y aviones de combate, arsenales de armamento y munición occidental, centros de preparación de unidades de sabotaje y de concentración de mercenarios extranjeros.
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