En una rara medida, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ordenó sanciones contra un grupo de colonos en Israel, acusados de violencia contra civiles palestinos.
Aunque Estados Unidos se niega a pedir el alto al fuego a Israel, en su ofensiva en Gaza, este 1 de febrero, el presidente Joe Biden emitió sanciones contra colonos israelíes, que bien pueden ser consideradas históricas.
En una rara medida, Biden impuso sanciones a un grupo de colonos judíos acusados de violencia contra civiles palestinos en Cisjordania.
Estas sanciones forman parte de una orden ejecutiva de Biden, destinada a castigar a personas acusadas de atentados o "actos de terrorismo" o que "socavan la paz, la estabilidad y la seguridad" en el territorio, indicaron fuentes de la Casa Blanca.
Las sanciones iniciales está dirigidas contra cuatro personas, a quienes se les bloquearán todos los activos que posean en Estados Unidos y se prohibirá a los estadounidenses realizar transacciones financieras con ellos.
Se trata de las primeras sanciones financieras contra colonos, aunque la administración de Biden anunció anteriormente que denegaría los visados a los extremistas involucrados en actos de violencia.
La medida se produce mientras Biden viaja este jueves a Michigan, un estado crucial en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, y sede de una importante comunidad árabe-estadounidense, en la que ha crecido el descontento por el apoyo de Biden a Israel.
La violencia de los colonos judíos ha alcanzado "niveles intolerables", escribió Biden en su decreto.
Tras conocer la decisión, Israel dijo que "no hay cabida para medidas excepcionales" contra los colonos israelíes en Cisjordania ocupada, donde la violencia se incrementó coincidiendo con la guerra en Gaza.
Los colonos israelíes mataron al menos a 10 palestinos e incendiaron decenas de casas en Cisjordania ocupada en 2023, convirtiéndolo en el año "más violento" registrado en cuanto a ataques de colonos, según el grupo de derechos humanos Yesh Din.
Unos 490.000 colonos viven entre aproximadamente tres millones de palestinos en Cisjordania, en asentamientos considerados ilegales según el derecho internacional.
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