El galardonado cineasta y productor estadounidense, Woody Allen, minimizó el beso no consentido que el español Luis Rubiales dio a la futbolista Jenni Hermoso.
En una entrevista con el diario español El Mundo, el famoso cineasta estadounidense Woody Allen se refirió al polémico caso de Luis Rubiales, y el beso no consensuado a la futbolista de la selección española, Jenni Hermoso.
Rubiales protagoniza uno de los escándalos más grandes en la historia del fútbol español, y ha sido señalado por una conducta inadecuada y se la ha pedido dimitir del organismo.
Precisamente, Allen, quien defiende a Rubiales, considera inaceptable que una persona pueda perder su empleo por un 'simple beso'.
"Si fue inapropiado o demasiado agresivo (el beso), hay que decirle claramente que no haga eso y que se disculpe. No es que haya asesinado a alguien", dijo Allen en la entrevista.
Según el director de galaronados filmes, Annie Hall o Medianoche en París, el beso fue resultado del "momento y de la emoción de la victoria".
Incluso defendió a Rubiales, porque no besó a Hermoso en un callejón oscuro: "No la estaba violando, era solo un beso y era una amiga. ¿Qué hay de malo en eso?".
Pese a que el autor de la entrevista recalca que la futbolista declaró que el beso no fue consentido, Allen respondió que el acto fue público y que no la estaba besando "a puerta cerrada, en su despacho, donde ella estuviera amenazada".
Las polémicas declaraciones de Allen han sido criticadas por un sector de la sociedad española, que reprueba la actuación de Rubiales y lo compara con un claro ejemplo del abuso y machismo en el deporte.
Allen, de 87 años, fue acusado en el pasado de abuso sexual por parte de una de sus hijas adoptivas, Dylan, un hecho que habría ocurrido cuando la menor tenía siete años.
Por si fuera poco, el productor afrontó otro escándalo cuando en 1997 se casó casi en secreto con Soon-Yi Previn, otra de las hijas adoptivas de Allen con su expareja, la también actriz Mia Farrow.
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