El partido está previsto para el 26 de octubre, en el Camp Nou. Sin embargo, permanecerá en vilo hasta el martes 22, fecha en la que se reunirá el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que decidirá si finalmente se juega, se suspende o se lo traslada al estadio Santiago Bernabéu.
Las razones
El motivo es el temor a incidentes debido a la situación política que se vive en Barcelona, tras la sentencia de prisión a líderes independentistas, un caso conocido como 'Procés'.
Además, para el mismo día del partido está prevista una gran manifestación en Cataluña, en protesta por esa misma razón.
Eso ha provocado que LaLiga haga un pedido formal a la Real Federación Española para que el Clásico cambie de ciudad.
Es decir, sería el Real Madrid quien organice el encuentro para evitar posibles disturbios, antes, durante y después.
El ministerio del Interior declaró que el partido es de "alto riesgo" y pidió al Comité de Competición de la RFEF el cambio de escenario por "caso de fuerza mayor".
¿Qué dicen los clubes?
El Real Madrid rechaza el posible cambio del partido y los jugadores, por su parte, no tienen problema alguno en acudir el sábado 26 a jugar en el Camp Nou.
Por otro lado, el FC Barcelona también se opone y pide que se mantenga el día y la fecha del clásico español.
Ambos equipos deberán enviar sus posturas oficiales a la RFEF hasta el lunes 21 de octubre. Sus alegatos serán tomados en cuenta, pero un comité decidirá cuándo y dónde se juega el partido.
Ese comité está conformado por Pablo Mayor (representante de LaLiga), Carmen Pérez (presidenta de la RFEF) y Lucas Osorio (independiente). El 22 de octubre se conocerá la resolución final.
