Las calificaciones de Ecuador tras superar con angustia a Chile

No tuvo mayor trabajo en casi todo el partido, pues los defensas ayudaron a que la única opción de los chilenos fuera el disparo de media distancia. Lo poco que boteó en su área, lo contuvo. En el tramo final, debió trabajar bastante e incluso le quitó a Alexis Sánchez un gol casi cantado.

La sudó, como siempre. Tuvo un intenso duelo con Echeverría que, en términos boxísticos, lo ganó por puntos. Lo único extraño fue ese desarticulado disparo que intentó en el primer tiempo y que redefine toda la geometría euclidiana. Y peor estuvo  ese rechazo en que estrelló la pelota en la cara de Echeverría y Chile casi anota un gol.

Oportuno en general, pero tuvo un par de increíbles pestañeos que lo complicaron peligrosamente. Incluso, merecía una roja por entrar a talar a Alexis Sánchez, aunque el juez tuvo piedad y solo sacó la amarilla. Fuera de esas vacilaciones, todo salió bien.

Auspicioso regreso, estuvo acertado en casi todos los cierres que le tocó ejecutar.

Se desenvolvió con bastante oficio a pesar de que el Míster lo improvisó como lateral. Hubo errores, pero también tuvo que enmendar los desaciertos de Sornoza.

Imperial, tanto en el corte de pelotas como en el traslado. También se animó a atacar profundamente y estuvo muy cerca de anotar.

De más a menos, su pase a Kendry en la jugada del gol fue estupendo. Lamentablemente, se fue apagando y acabó cometiendo algunos errores que el rival aprovechó para dar algo de pelea.

Trató de generar fútbol, pero no le alcanzó para ser el repartidor de pelota que se necesitaba. Eso sí, estuvo hiperactivo, pidendo la pelota y picando todo el tiempo. Y su anotación fue magnífica, definiendo con tranquilidad luego del rebote del arquero. Con eso, se convirtió en el ecuatoriano de más edad en anotar de toda la historia de las eliminatorias. ¡Bravo!

Veloz y punzante, pero impreciso a ratos. Jugó e hizo jugar, pero quedó la impresión de que buscó demasiado una oportunidad para mostrar sus malabarismos.  Su envenenado remate al arco permitió el rebote y el gol de Angelito.

Estuvo siempre un par de segundos tarde en casi todas las jugadas, por eso no pudo ni generar peligro ni tampoco cuidar la pelota.

Esta vez sí contó con abastecimiento, y también se dio modos para desabrochar a la defensa chilena y crear los espacios, no solo para él mismo, sino para sus compañeros. Merecía un gol, pero ya sabemos que el fútbol no es de merecimientos.

Apenas entró en lugar de Sornoza, el equipo hizo clic y comenzó a atacar a Chile con la contundencia que se esperaba. Liguistas, tenían razón en pedirlo.

Ya no es sorpresa que el Míster lance una alineación con piezas exóticas. En esta ocasión, el esquema en principio parecía bastar para que la Tricolor fuera superior, pero  el rival encontró espacios y el triunfo estuvo en duda hasta el final. Esta vez acertó en el primer cambio, pero de todos modos el equipo no pudo cerrar el partido y Ecuador sufrió en los minutos finales. Ganó los tres puntos, pero su estilo sigue en entredicho.