Las calificaciones de Ecuador tras vencer a Uruguay

Respondió dentro de su repertorio habitual, que incluye poner esa tristísima mirada de impotencia cuando sabe que no llegará al balón para impedir el gol del rival. Salvó el 2-2 al final, en una atajada valiente.

Es, sin duda, el Sergio Ramos de Ecuador. Mucho coraje para pelear la pelota. Esta vez pudo mostrar su poder ofensivo al anticiparse a la marca y definir con un cabezazo, para el empate 1-1. Y luego, para demostrar que no lleva disfraz de delantero sino que ES un delantero, puso el 2-1. Brillante. La figura del cotejo.

No estaba haciendo un  partido reprochable, pero ese baile que le pegaron para el gol de Uruguay le resta puntos. Todavía debe estar buscando dónde quedó esa parte de la cadera que Araujo se le rompió.

Deslució en relación al partido anterior, pero hay un atenuante: ante al fracaso de los laterales en poyectarse debido al buen patrullaje de los rivales, le tocó acarrear la pelota, sobre todo en la primera mitad. Claro, al quedarse expuesto, era muy posible equivocarse en salida. Y falló para el primer gol de Uruguay.

Tiene menos ritmo que gringa bailando salsa, pero de todos modos tuvo una opción de gol en el primer tiempo, y salió airoso en varias jugadas.

Sigue siendo polémica su presencia en este esquema, pues no suma en ataque, lo cual descargó la dependencia de la generación ofensiva en otros compañeros. En el tramo final lució mejor.

No le pesó la responsabilidad de jugar y menos le afectó la obligación de juntarse con Moisés, y demostró esas maravillosas jugadas que todos aplauden. Hizo el pase para el segundo gol de Torres. El Chelsea se frota las manos.

En el primer tiempo, fue el jugador que más creó juego ofensivo. No obstante, parece que su instinto le obligaba a jugar de 5, cuando su obligación era ir para adelante. Cobró el tiro de esquina para el gol de Torres. En la segunda parte, creció en volumen de juego y fue un baluarte.

En el primer tiempo fue anulado por la presión uruguaya. Para el segundo tiempo, se acordó de que debía romper líneas, se animó al uno contra uno y se inventó un penalti que pudo ser el 2-1. Fue de menos a más. Jugadorazo.

Desapercibido en el primer tiempo, por fin alguien le dio un Red Bull para que se despierte. No obstante, su cambio estaba cantado.

Entró incómodo, siempre decidió mal cuando recibía la pelota y, para colmo, desperdició un penalti. En todo caso, siempre peleó por el balón y fue una preocupación constante para los charrúas.

Ángel Mena no desentonó cuando entró al cambio. Leo Realpe cumplió y Joao Ortiz estuvo a la altura. Kevin Rodríguez entró unos minutos y ayudó a evitar el empate de Uruguay. ¿Será que Kevin es mejor en la defensa que en el ataque?

El míster corrió muchos riesgos ante Uruguay, pero salió victorioso. Desde insistir con el esquema de tres centrales hasta confiar en un adolescente como Kendry, al final obtuvo los puntos. Quizás se sufrió demasiado y es notorio que faltaron algunas variantes, pero los puntos le han dado la razón.