La pelea del 'Chito' Vera tuvo un componente político, por la amistad del peleador con el Primer Mandatario y la cercanía de las elecciones.
No todos los ecuatorianos querían que Marlon 'Chito' Vera se impusiera a Sean O'Malley por el título mundial de la UFC 299. Hubo un puñado de compatriotas que deseaba ardorosamente que perdiera.
Hoy, esos contradictores deben estar felices porque, según ellos, la derrota de 'Chito' ante O'Malley ha sido como si el mismo Daniel Noboa hubiera recibido los temibles rodillazos del campeón mundial.
Que las estrellas del deporte, sobre todo las superlativas, se identifiquen abiertamente con algún político no es novedoso. Pero, cuando un deportista de élite da este paso, siempre debe entender que existe un endoso de doble vía: yo lo apoyo y puedo transferile parte de la simpatía que la gente tiene hacia mí, pero recibiré parte de la antipatía que él ya recibe.
Tomemos en cuenta, además, que ya estamos en período electoral y Noboa busca la reelección. Es precandidato o, lo que es lo mismo si nos dejamos de eufemismos legales, candidato. En otras palabras, Noboa se ha subido al octágono proselista y era previsible que su aliado recibiría muestras de desdén por parte de los opositores.
Para los que esperan derrotar a Noboa en las elecciones, la caída del 'Chito' Vera es un alivio. El peleador ya no tendrá tanta fuerza para promocionar al Presidente, no al menos con el prestigio que otorga un cinturón de campeón mundial de UFC.
Sí, la mayoría de los ecuatorianos sintió como propia la derrota del 'Chito', que se convirtió en un símbolo de superación para el país. Oriundo de Manabí, tierra de violencia y caos, logró convertirse en millonario gracias a sus puños. Hay testosterona y también una carga aspiracional en esta historia, a la que le está faltando el ingrediente final: la gloria.
Pero Noboa debe haber sentido más todavía esta pérdida. Primero, porque se trata de un amigo. Luego, porque la imagen del 'Chito' tomando Quaker, tan asociada al éxito de Daniel Noboa, ha sido desvirtuada. Noboa, en definitiva, también fue derrotado en Miami.
Por supuesto, hay tiempo para encontrar los símbolos de la campaña, pero el vaso con avena ya no se verá más.
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