El ciclista belga Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck) se convirtió en el ganador de la Milán - San Remo, el primer monumento de la temporada, sobre un exigente trazado de 288 kilómetros.
Philipsen, de 26 años, fue el más inteligente en los últimos metros en la carrera y se impuso a Michael Matthews y Tadej Pogačar en el sprint final.
El belga ganó la 'classicissima' por primera vez, después de marcar un tiempo de seis horas, 15 minutos y 44 segundos.
Además de ser la primera 'Primavera' para Philipsen, esta es también la primera ocasión en 18 años que un esprínter logra la victoria, en una prueba dominada por corredores más explosivos estos últimos años.
Philipsen no solamente es el mejor esprínter del mundo de los últimos dos años, sino que además es uno de los pocos de su gremio en defenderse bien en las dificultades del relieve, como fue el caso en el Poggio el sábado.
Pogacar atacó en dos ocasiones en este mítico trampolín, cuya cima está situada a 5,5 kilómetros de la meta. Pero el esloveno no logró despegarse del resto de favoritos, como Van der Poel, Mads Pedersen o Julian Alaphilippe.
Philipsen logró llegar al la recta final en ese grupo y levantó los brazos en la Via Roma para firmar la vigesimotercera victoria de su carrera.
Por su parte, el ecuatoriano Jhonatan Narváez, quien estrenó el maillot de campeón nacional, tuvo una buena actuación y se mantuvo en cabeza de carrera durante gran parte del recorrido.
Pero a falta de ocho kilómetros no pudo seguir el ritmo infernal de los favoritos y finalmente llegó en el puesto 35, a 35 segundos del ganador.
