El francés se llevó la victoria en la edición 60 de la Flecha Brabanzona, disputada entre Lovaina y Overijse (Bélgica), con un recorrido de 197 kilómetros. Es el primer triunfo con el maillot arcoíris de campeón del mundo.
Triunfo con angustia y casi con sorpresa, ya que Alaphilippe, en un esprint muy apretado, ganó por milímetros, levantando los brazos con antelación, tal como lo hizo el domingo en la Lieja-Bastoña-Lieja .
Esta vez sí, el ciclista de Saint-Amand-Montrond, de 28 años, celebró el triunfo con todo merecimiento, con un tiempo de cuatro horas, 42 minutos y 54 segundos, por delante del holandés Matthieu Van der Poel (Alpecin Fenix) y de su compatriota Benoit Cosnefroy segundo y tercero, respectivamente.
Los tres fueron los más fuertes en la escapada definitiva que se despegó a 11 kilómetros de la meta, con iniciativa del propio Alaphilippe. Los perseguidores, con el italiano Sonny Colbrelli al frente, entraron a 14 segundos.
La carrera de los 24 ascensos tuvo combate desde el principio, como suele ser habitual en la prueba del Brabante. Enseguida se formó una escapada con seis hombres que animaron la jornada: Chevrier, Juraj Sagan, Storer, Sprengers, Peron y Skjelmose.
La aventura estuvo controlada en todo momento por el pelotón, especialmente por los hombres del Deceuninck de Alaphilippe, quien tenía entre ceja y ceja la victoria después del gran fiasco del pasado domingo en Lieja, donde el francés celebró con antelación y el esloveno Primoz Roglic le arrebató la victoria sobre la línea.
A 60 kilómetros del final inició la fuga y entraron en juego los grandes nombres de la carrera. Alaphilippe, siempre combativo, junto a Kwiatowski y Luka Rowe, inició los primeros movimientos.
Un proceso de desgaste que dejó a 25 km de meta al frente a un grupo compuesto por el campeón mundial, Van der Poel, el español Óscar Fraile, Cosnefroy y el italiano Colbrelli.
Por detrás se sucedieron ataques que evitaron la fuga, pero de nuevo Alaphilippe lo intentó a 15 km de la meta desgastando las fuerzas de algunos rivales, que pasaban apuros para seguir la rueda del jefe de filas del Deceuninck.
El momento clave llegó en la subida a la Cota de Moskestraat. Allí, a 11 km de meta, fue donde se formó el trío que se iba a jugar la victoria. Van der Poel, triple campeón del mundo de ciclocrós y defensor del título de la Flecha Brabanzona, se pegó a Alaphilippe en plena subida, y a ellos se unió Cosnefroy.
En el juego táctico definitivo fue Van der Poel quien asumió la responsabilidad marcando el ritmo. Cosnefroy atacó a 200 metros, pero también perdió fuelle cerca de la raya.
Cosnefroy lo tenía al alcance de la mano, pero Alaphilippe, en el final, y por escasos centímetros, metió la rueda como ganador. Alzó los brazos el campeón mundial. Esta vez con razón.
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