El gobierno de Ecuador condenó "enérgicamente las circunstancias que llevaron a la muerte al capitán de la Marina venezolana Rafael Acosta Arévalo" a través de una nota de Cancillería.
Acosta Arévalo fue detenido por Contrainteligencia Militar de Venezuela el 21 de junio, junto con otros tres soldados y dos agentes de Policía.
El viernes fue presentado en un tribunal militar, estaba en silla de ruedas, con visibles señales de tortura y solo pudo hablar para pedir auxilio a su abogado.
No podía ponerse en pie y asintió con la cabeza cuando le preguntaron si había sido torturado. Esa fue la última vez que se lo vio con vida.
Informes independientes, dice la Cancillería de Ecuador, indican que el capitán murió "tras haber sufrido torturas y malos tratos durante su arresto en violación a las leyes venezolanas y tratados internacionales".
La Cancillería hizo un llamado para que se realice una investigación independiente "con el apoyo de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos".
Mientras tanto, 25 exjefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos "urgieron" la actuación de Gobiernos y cortes internacionales tras la "tortura" y muerte de Acosta.
Los exjefes de Gobierno, entre ellos José María Aznar y Felipe González (España) y Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y César Gaviria (Colombia), manifestaron en una declaración escrita que "los tiempos de la Venezuela en agonía se agotaron".
Los expresidentes recordaron también "la muerte bajo privación de libertad, en similares circunstancias" del concejal de oposición Fernando Albán ocurrida en 2018 y bajo el argumento oficial de que se trató de "un suicidio".
Hay "688 presos políticos, incluidos 105 militares, certificados" por Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La Justicia venezolana anunció el lunes 1 de junio la detención de dos militares por su presunta responsabilidad en la muerte de Acosta.
Lo último