El primer ministro, Boris Johnson, impuso controles más estrictos a millones de personas en Reino Unido, a los que dijo que se queden en casa durante Navidad.
"No tengo otra alternativa", dijo el primer ministro Boris Johnson tras informar las nuevas medidas de restricción en Reino Unido.
El anuncio ocurre cuando Inglaterra enfrenta un aumento de casos diarios, originado por una nueva cepa de Covid-19. Según las autoridades, la cepa es hasta un 70% más infecciosa.
Pero el director médico de Inglaterra, Chris Whitty, dijo que aunque no hay evidencia actual de que esta variante del virus cause una mayor tasa de mortalidad o que afecte a las vacunas.
"Hemos alertado a la Organización Mundial de la Salud y seguimos analizando los datos disponibles para mejorar nuestra comprensión", dijo Whitty en un comunicado.
En todo caso, Londres y el sureste de Inglaterra serán colocados en un nuevo nivel de restricción: el cuatro y el cual es el más alto.
Por ello, se requerirá que la gente se quede en casa excepto por razones esenciales como el trabajo, y se cerrarán los comercios no esenciales, así como el ocio y el entretenimiento en interiores. La socialización se limitará a reunirse con otra persona en un espacio al aire libre.
Las nuevas reglas entrarán en vigor a partir de la medianoche del sábado 19 de diciembre.
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